Hoy son dos
los santos que resalta el santoral cristiano, san Patricio (misionero católico
conocido como el santo Patrón de Irlanda) y san José de Arimatea. Me voy a
inclinar por contaros la vida de José de Arimatea por la importancia que tiene
en nuestras creencias cristianas y porque es nombrado por los cuatro
evangelistas, cierto es que la mención que hacen es muy breve y todos coinciden
en señalar su intervención en el mismo episodio, el único por el cual, este notable
hombre de Jerusalén, miembro del Sanedrín, y rico, según san Mateo e ilustre,
según san Marcos, aparece de un modo fugaz en la historia de Cristo pero en un
momento tan importante que es memorial recordarlo.
San José de Arimatea. |
Todo comienza
cuando José pide permiso a Pilatos para sepultar a Jesús, y una vez concedido,
con la ayuda de Nicodemo desclava el cuerpo de la cruz y lo lleva a un nuevo
sepulcro excavado en la roca (por eso la tradición cristiana le hace patrón de
embalsamadores y sepultureros). Es cuando se nos dice de él.
¿Quién fue
este piadoso personaje? “Persona buena y honrada, así lo describe san Lucas;
“que aguardaba el reino de Dios”, o sea:”que era también discípulo de Jesús”,
según nos cuenta san Mateo; pero “clandestino, por miedo a las autoridades
judías”, así nos lo describe san Juan. Un discípulo vergonzante que ahora,
“armándose de valor”, precisa san Marcos, reclama el cuerpo del Maestro.
Jesús acababa
de morir ignominiosamente, Pedro ha renegado de Él por tres veces, los
apóstoles, acobardados y vencidos por el desaliento, se esconden o se
dispersan, y en la prueba el único que da la cara, el único que se arma de
valor, es un discípulo secreto que hasta ahora no se atrevía a declarar su
condición.
San José de Arimatea y Nicodemus con Cristo en los brazos |
José de
Arimatea inspira un gran respeto, y la leyenda (que le hace recoger en el
Gólgota, con el santo Graal (1*), la sangre de Cristo) subraya esa dignidad del
que sale de la sombra en el peor momento con una valentía que no tuvieron los
más fieles. Él, quizá mal visto por los apóstoles, que podían reprocharle que
no se comprometiera, tiene el incontenible arrojo de los tímidos, la impensada
serenidad de los nerviosos, la brusca decisión de los titubeantes, y por eso se le venera, por haber hecho
valientemente misericordia con el Señor.
Publicado en Cuenca, 17 de
marzo de 2020 y el 17 de marzo de 2034,
Por: José María
Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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Fuentes:
1* -Graal,
etimológicamente grial se pronuncia graal en francés antiguo, galaico-portugués
y en inglés medio “grazal” en los textos provencales y “greasal” en catalán.
Parece ser una adaptación latina gradalis que implica la idea de un plato,
escudilla o bandeja con viandas que es llevado a la mesa en diferentes momentos
(gradus) de una comida.
-Año Cristiano y fasto
del cristianismo según el P. Croisset. Madrid. 1846.
-Año Cristiano o
ejercicios devotos. P. Juan Croisset traducido por el P.José Francisco de Isla.
Logroño. 1851.
-Año
Cristiano. Juan Leal. S.J. Madrid 1961.
-La
Casa de los Santos. Ediciones Rialp. Madrid. Carlos Pujol. 1989
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