Fue instituida
esta fiesta en el siglo XIII, aunque es tan antigua como la Iglesia, el mismo
Jesucristo instituyó la fiesta del Santísimo Sacramento la tarde de la última
Cena, vísperas de su muerte. Los cristianos no han dejado de solemnizar el
aniversario de este magno acontecimiento el día de Jueves Santo.
A principios
del siglo XIII, el monasterio de Monte Cornillón, cerca de Lieja, tenía de
priora a una santa monja llamada Juliana. Ella fue el instrumento de que se
valió el Señor para la institución de la fiesta que celebramos hoy. La virtud
que caracterizada a esta monja era un amor extraordinario al Santísimo
Sacramento. De tal manera que encendía su corazón en santos ardores durante el
augusto sacrificio, que quedaba como arrobada en éxtasis cada vez que a él
asistía; cada comunión era para ella manantial de nuevas gracias y consuelos. A
la edad de 16 años tuvo varias veces una visión muy singular. Parecía ver la
luna llena que brillaba esplendorosamente, pero tenía un ligero entrante en su
circunferencia.
Esta rara
visión se le presentaba a cada momento, en el sueño como en la oración. Dos
años estuvo luchando para rechazarla, pero en balde; temió incluso que fuera
una tentación del demonio, y suplicó al Señor con fervientes oraciones que la
librase de ella.
Finalmente, el
Señor le descubrió el significado de aquel enigma; cierto día que rezaba
Juliana con angelical devoción, oyó una voz interior que le dijo: “Juliana, la
luna que ves representa a la Iglesia, y el entrante señalado en el disco
significa que falta una solemnidad en el ciclo litúrgico, la del Santísimo
Sacramento”.
“Quiero
–añadió el Señor- que se establezca una fiesta especial para honrar el
Sacramento de mi cuerpo y de mi Sangre. A ti te elijo para que des a conocer la
necesidad de esta fiesta y para que tú te ocupes de ella la primera”.
Señor
–respondió la monja-, yo, la ínfima de
vuestras criaturas, nada podré para llevar adelante esta magna empresa. Señor mío, pedir esta ayuda a varones santos y letrados, y quitadme de encima
esta preocupación.
-Tú darás comienzo
a esta obra -repuso el Señor- y otras personas sencillas y humildes la llevarán
adelante.
Puestas las
autoridades eclesiásticas al tanto de las revelaciones, entre ellos Santiago
Pantaleón, más tarde Papa con el nombre de Urbano IV, habiendo orado y
estudiado con detenimiento el asunto, juzgaron el celebrar la festividad del
Santísimo Sacramento con mayor pompa que hasta ese momento.
En el año
1246, Roberto de Torote, obispo de Lieja, mandó que en su diócesis se celebrase
una fiesta del Santísimo Sacramento el jueves siguiente a la octava de
Pentecostés.
Publicado en Cuenca, 3 de junio de 2020. y el 7 de junio de 2023.
Por: José María
Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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Fuentes
consultadas:
Festividades
del año Litúrgico. Dr. Vicente Tena. Huesca. 1945.
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