sábado, 1 de junio de 2024

San Marcelino y San Pedro. Festividad del 2 de junio.

    Los nombre de san Marcelino y san Pedro, mártires, están en la lista de los grandes intercesores que menciona el Canon de la Misa Romana después del mártir san Alejandro.

San Marcelino era sacerdote y san Pedro exorcista. Ambos padecieron el martirio en la persecución de Diocreciano. Hacia el año 304 fueron decapitados en la Vía Cornelia, en la pequeña aldea llamada “Selva Negra”, donde en un principio fueron enterrados sus cuerpos, con idea de que los cristianos los desconociesen y no los pudiesen venerar.
Martirio de san Marcelino y san Pedro.

Dios veló por el culto de sus mártires y reveló a una piadosa mujer, llamada Lucia, el lugar del enterramiento. Fueron recogidos y trasladados al cementerio de la Vía Labicana, entre los dos laureles. El lugar del martirio se llamó desde entonces “Selva Blanca” y en la Edad Media llegó a ser sede episcopal.

Los datos más seguros de su martirio nos los da san Dámaso en la inscripción que compuso para su tumba de la Vía Labicana. Es una inscripción en verso, donde cuenta, según la confesión del mismo verdugo, las circunstancias del martirio:

Marcelino y Pedro, escuchad la historia de vuestro triunfo. Cuando yo era niño, el mismo verdugo me contó a mí, Dámaso, que el perseguidor furioso había ordenado que os fuesen cortadas las cabezas en medio de una salva para que nadie supiese dónde estaban vuestros cuerpos. Pero triunfantes vosotros, con vuestras propias manos os preparasteis esta sepultura donde ahora descansáis. Después de haber descansado por breve tiempo en una tumba blanca (la selva negra donde murieron que después se llamó blanca), revelasteis a Lucia que tendríais gusto en descansar aquí”.


La cripta de san Pedro y san Marcelino se descubrió por Stenvenson a fines del siglo XIX. La cámara es amplia y capaz para muchos devotos. En medio, delante del ábside, hay un lienzo de muralla en pie, donde están los dos nichos de los cuerpos. Esta parte de muro se respetó intencionadamente cuando se derribaron las paredes de todo para hacer el Santuario, a excepción de la pared donde estaban enterrados. No se quiso remover la sepultura de los dos Santos y trasladar sus cuerpos a otro sitio más pomposo. Se contentaron con recubrir las paredes con pilastras de mármol.

Publicado en Cuenca, 2 de junio de 2020. Actualizado el 2 de junio de 2024.

Por José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:
-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.


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