Los nombre de
san Marcelino y san Pedro, mártires, están en la lista de los grandes
intercesores que menciona el Canon de la Misa Romana después del mártir san
Alejandro.
San Marcelino
era sacerdote y san Pedro exorcista. Ambos padecieron el martirio en la persecución
de Diocreciano. Hacia el año 304 fueron decapitados en la Vía Cornelia, en la pequeña
aldea llamada “Selva Negra”, donde en un principio fueron enterrados sus
cuerpos, con idea de que los cristianos los desconociesen y no los pudiesen
venerar.
Martirio de san Marcelino y san Pedro. |
Dios veló por
el culto de sus mártires y reveló a una piadosa mujer, llamada Lucia, el lugar
del enterramiento. Fueron recogidos y trasladados al cementerio de la Vía Labicana,
entre los dos laureles. El lugar del martirio se llamó desde entonces “Selva
Blanca” y en la Edad Media llegó a ser sede episcopal.
Los datos más seguros de su martirio nos los da san
Dámaso en la inscripción que compuso para su tumba de la Vía Labicana. Es una
inscripción en verso, donde cuenta, según la confesión del mismo verdugo, las
circunstancias del martirio:
“Marcelino y
Pedro, escuchad la historia de vuestro triunfo. Cuando yo era niño, el mismo
verdugo me contó a mí, Dámaso, que el perseguidor furioso había ordenado que os
fuesen cortadas las cabezas en medio de una salva para que nadie supiese dónde
estaban vuestros cuerpos. Pero triunfantes vosotros, con vuestras propias manos
os preparasteis esta sepultura donde ahora descansáis. Después de haber
descansado por breve tiempo en una tumba blanca (la selva negra donde murieron
que después se llamó blanca), revelasteis a Lucia que tendríais gusto en
descansar aquí”.
La cripta de
san Pedro y san Marcelino se descubrió por Stenvenson a fines del siglo XIX. La
cámara es amplia y capaz para muchos devotos. En medio, delante del ábside, hay
un lienzo de muralla en pie, donde están los dos nichos de los cuerpos. Esta
parte de muro se respetó intencionadamente cuando se derribaron las paredes de
todo para hacer el Santuario, a excepción de la pared donde estaban enterrados.
No se quiso remover la sepultura de los dos Santos y trasladar sus cuerpos a
otro sitio más pomposo. Se contentaron con recubrir las paredes con pilastras
de mármol.
Publicado en Cuenca, 2 de
junio de 2020. Actualizado el 2 de junio de 2024.
Por José María
Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES
CONSULTADAS:
-Año
Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
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