sábado, 25 de mayo de 2024

San Felipe Neri. Festividad el 26 de mayo.

    En Cuenca tenemos la suerte de tener en nuestra ciudad un Oratorio de San Felipe Neri, en la calle Alfonso VIII, que fue fundado por el Obispo Don Isidro de Carbajal y Lancaster y su hermano D. Álvaro, canónigo de Cuenca, lo fundaron a sus expensas en el año 1738.
    Muy poco sabemos de este Santo, es por ello que me he decidido a contaros un poco sobre él.
Nació un 21 de julio de 1515 en Florencia. Su padre era notario, estudió humanidades y con 16 años lo enviaron cerca de la abadía benedictina de Montecassino, a trabajar en negocios de la familia. Allí acudía a meditar a una ermita de la orden, sintiendo la vocación religiosa. Decidió irse a Roma y mientras daba clases, estudió filosofía y teología. La ciudad estaba sumida en el libertinaje tras el saqueo de Roma en 1527 por las tropas de Carlos V. El Santo se dedicaba a la oración y comenzó a predicar la necesidad de volver a una vida más cristiana. Por este motivo se le conoce como el apóstol de Roma, porque volvió a evangelizar la ciudad.
San Felipe Neri
    Se afirma que un día de Pentecostés del año 1544, mientras rezaba, se le apareció el Espíritu Santo para entregarle el amor divino en forma de bola de fuego, que penetrando por su boca, le dilató tanto el corazón que le rompió dos costillas para que pudiese caber dentro de su pecho, por eso se le representa con un corazón llameante. Esta herida nunca se le cerró. Los latidos del corazón eran tan fuertes que la gente era capaz de oírlos y también podía ver el resplandor que emanaba de su pecho, sobre todo cuando decía misa.

    En 1551 es ordenado sacerdote, y aunque aceptó el cargo de párroco de una iglesia romana, vivía de la caridad junto a varios compañeros. Organizó conversaciones espirituales durante las cuales rezaban, hablaban y leían textos religiosos.
    Poco a poco fue aumentando el número de simpatizantes y la gente los empezó a llamar oratorianos porque tocaban la campana e invitaban a orar a los fieles. En 1575 el Papa Gregorio XIII aprobó la congregación del Oratorio, cuyos miembros son religiosos seculares que viven en comunidad pero sin prometer votos y que tienen como principal objetivo orar, predicar ministrar los sacramentos. Entre los simpatizantes se encontraba el músico Giovanni Palestrina, que compuso e interpretó para ellos varias piezas musicales. De esta manera nació el oratorio como género musical.

    Era conocido por su buen humor y su alegría, que contagiaba a todos, aunque en los últimos años de su vida tuvo numerosos achaques y enfermedades. Cuentan que una vez la Virgen María se le apareció, le curó una inflamación vesicular y le dio un maternal abrazo. Eran frecuentes sus arrebatos de éxtasis, como atestiguaban los asistentes a sus misas y oficios.
    Es representado iconográficamente con capelo cardenalicio, otras veces con corazón llameante, con libro abierto donde se lee Dilatasti cor meum (Salmo 118) que traducido del latín quiere decir “Ensanchaste mi corazón”.

Publicado en Cuenca, 26 de mayo de 2019 y el 26 de mayo de 2024.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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