Si nos
atenemos al N.T., en el libro de los Hechos de los Apóstoles, nos cuentan que
fue el apóstol elegido, para sustituir a Judas Iscariote tras la traición de éste
a Jesús. Como vemos su nombramiento no fue hecho directamente por Jesús, como
ocurrió con los demás. Este hecho de su elección fue antes de la venida del
Espíritu Santo. La etimología de su nombre nos dice mucho de este nuevo
apóstol, pues su significado es “Don de Dios”.
San Matías. |
Como vemos
Matías es el apóstol de recambio, el sucesor de Judas Iscariote a quien después
de la Ascensión se elige echando a suertes. Los apóstoles tenían que seguir
siendo doce, y para llenar el hueco que dejó el traidor eligieron a Matías, de
quien poco se sabe.
Tal vez
evangelizó Judea y se supone que murió lapidado y decapitado ante el Templo de
Jerusalén, pero todas estas noticias son brumosas. Ni siquiera es seguro que
fuesen sus restos los que santa Elena hizo llevar a Roma, y acerca de tales
reliquias también hay dudas. Según otros se trasladaron en el siglo IX a
Tréveris, ciudad que se convirtió en un gran centro de peregrinación y que se
enorgullecía de albergar el único sepulcro de un apóstol existente en toda
Alemania.
Así pues, a
este papel en apariencia no muy airosa, un poco ingrato de sustituir a Judas,
se añade una total incertidumbre biográfica que se prolonga por lo que respecta
a sus reliquias hasta mucho después de su muerte. Matías es un apóstol de
escaso perfil y aun menos brillo al que sólo conocemos en la anécdota de su
elección.
Es el hombre
llamado para taponar el vacío del mal con la santidad, cuando el mal ya se ha
producido clamorosamente, dejando tras de sí la nada, un desierto de vida, la ausencia de Dios; él
ocupa modestamente ésta vacante sabiendo que no puede competir en reputación
con el estruendo maligno; todo el mundo se acordará siempre de Judas y muy
pocos de Matías, paro eso está, no para rivalizar con nadie en fragores
humanos, sino para emplearse en el bien allí donde se le elige.
Silencioso y
oscuro Matías, decimotercer apóstol que representa la humildad cristianización
de los puestos que el mal ha hecho famosos y que han de ser redimibles.
Publicado en Cuenca, 14 de
mayo de 2020. Actualizado el 14 de mayo de 2024.
Por: José María
Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES
CONSULTADAS:
-Año
Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.
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