Hoy nueve de septiembre
celebramos la festividad de Santa María de la Cabeza, era natural de un pueblo
de Toledo, fue hija de padres honrados, cristianos viejos, que llamaban mozárabes, pobres y humildes labradores, y
desde su infancia muy modesta y recatada. Se casó con el bienaventurado San Isidro,
labrador, y en este nuevo estado su principal ejercicio era asistir a su esposo
en los oficios humildes y laboriosos del cuidad de las tierras, y con mayor cuidado en la imitación de su
virtud y ejemplo. Se ejercitaba en la oración, contemplación y caridad, cuando
tenían tiempo visitaban juntos algunos templos de nuestra Señora que había en la
villa de Madrid.
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| Santa María de la Cabeza en la ermita de San Isidro el Largo. Cuenca. |
Todos los portentos que obró Dios
por intercesión de San Isidro, se atribuyen también a la dichosa labradora,
como fueron acrecentar varias veces el trigo en los graneros; librar a su hijo
de la muerte por la caída a un pozo; multiplicar la harina, habiendo dado a las
palomas el trigo que llevaba a la molienda; y ver a su esposo entre ángeles orando.
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| Procesión de San Isidro y Santa María de la Cabeza en la ermita de San Isidro el Largo. Cuenca |
Fue devotísima de la Madre de
Dios, a quien servía con un fervor cordial, solicitando su culto por todas los pueblos. Ella se ocupaba de barrer y limpiar la ermita que estaba dedicada a la Virgen María en
el término de Tordelaguna. Pedía limosna para que no le faltase a la lámpara de la Ermita el aceite para que siempre tuviera luz.
Le pagó la Virgen su santo celo, acrecentando la pureza
de su alma y cuerpo, contra las lenguas de algunos malintencionados que intentaban
afearla con calumnias; le permitió la Virgen pasar sobre su mantilla a pie
enjuto el río Jarama un día que venía muy rápido y crecido.
La asistió la
Virgen en su tránsito con música de ángeles el día 9 de septiembre de 1170.
Publicado en Cuenca, 9 de septiembre de 2019 y 9 de septiembre de 2024.
Por: José María Rodríguez González.
Profesor e investigador histórico.
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