miércoles, 25 de septiembre de 2024

San Cosme y san Damián. Festividad del 26 de septiembre.

    Eran hermanos y probablemente gemelos, de profesión médicos y de alta raigambre y convicción cristiana. Los griegos los llaman anárgiros, que quiere decir, sin dinero o sin plata, porque en el ejercicio de su profesión eran sumamente desprendidos y caritativos con los pobres y necesitados.

Santos Cosme y Damián.

En las Actas que se conservan de su martirio se entrelaza lo auténtico con lo legendario y oratorio. Si no todo lo que hay en ellas es admirable, se conservan trozos que los críticos más exigentes tienen por representación exacta del proceso preconsular y oficial. El juez que los interrogó en Egea de Cilicia es un personaje histórico bien conocido, que se llama Lisias.

Así atestiguaron delante del tribunal:

    -Decidme vuestros nombres, vuestra condición, religión y vuestra patria.

    -Somos de la ciudad de Arabia.

    -¿Y cómo os llamáis?

    -Yo me llamo Cosme y el nombre de mi hermano es Damián, descendientes de ilustre familia, profesamos la medicina

    -¿Y vuestra religión?

    - La cristiana.

    -Bueno, renunciad a vuestro Dios y sacrificar a los dioses que fabricaron el Universo.

    -Tus dioses son vanos y puros simulacros, ni siguiera se les pueden llamar hombres, sino demonios.

    -Atadlos de pies y manos y dadles tormentos hasta que sacrifiquen.

Mientras los verdugos destrozaban las carnes de los dos hermanos con azotes y nervios de buey, los mártires sonreían y decían al juez:

-"Presidente ya puedes atormentarnos con más diligencia, pues te advertimos que no siquiera sentimos el dolor".

La espada acabó con aquellas preciosas vidas y les abrió a puerta del Paraíso.

 Los cristianos de Oriente les profesaron muy honda y sentida devoción desde el principio. Se levantaron iglesias y santuarios en su honor, se acudía a ellos en todas enfermedades y Dios obraba por su intercesión curaciones y milagros continuos. En el siglo IV los vemos honrados en Constantinopla con cuatro basílicas dedicadas a su memoria. En Roma el Papa Símaco (498-514) les erigió un oratorio en el monte Esquilino, y Félix IV (526-530) les dedicó dos basílicas, entre otras el templum sacrae Urbis de la Vía Sacra, que fue la iglesia principal de los dos hermanos médicos. La inscripción que recuerda a dedicación de esta basílica del Foro se conserva todavía y es el mejor elogio de los Santos Cosme y Damián, que entraron incluso en el Canon Romano por la gran devoción que les profesaba el pueblo.

Decía así: “A los mártires médicos, esperanza para el pueblo de salvación cierta. El Foro con el honor sagrado de los Santos”.

 

Publicado en Cuenca, 26 de septiembre de 2020 y 26 de septiembrede 2024.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:

-Año Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.

-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.

-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.

 

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