miércoles, 4 de septiembre de 2024

San Lorenzo Justiniani (1381-1455). Festividad religiosa del 5 de septiembre.

    La familia de los Justiniani era de las más distinguidas en Venecia. En sus primeros años sintió el ardor de las pasiones y los ideales de grandeza humana que se respiraba en su palacio.

Cuenta San Lorenzo que un día se le apareció la Virgen más brillante que el sol, cuyo nombre él desconocía. Y, acercándose a él dijo con dulces palabras y rostro sonriente: “Oh joven amable, ¿por qué derramas tu corazón en tantas cosas inútiles? Lo que buscas tan desatinadamente te lo prometo yo, si quieres tomarme por esposa”. Le preguntó por su nombre y por su alcurnia, y ella le dijo que era la sabiduría de Dios. Le di su palabra sin vacilación alguna, y después de abrazarle, desapareció”.

San Lorenzo Justiniani de Berllini
San Lorenzo Justiniani de Bellini

San Lorenzo fue obediente a la voz de Dios. Dejó el palacio, los sueños de amores y grandezas terrenales y se encerró en su monasterio de canónigos regulares de San Giorgio in Alga. Su vida regular se resume en una sentencia suya: “Veo que los mártires caminaron al cielo derramando la sangre, y los confesores macerando la carne; no encuentro más caminos”. Este es el único camino del cielo, de la paz y de la verdadera dicha.

Insigne ejemplo de humildad y celo pastoral, este santo obispo nació en Venecia el año 1381 y murió el 8 de enero de 1456, dentro de la Octava de la Epifanía. Por eso el Papa Inocencio XII fijo la fecha de su fiesta el día 5 de septiembre, aniversario de la elevación a su Episcopado. Es uno de los precursores gloriosos de la reforma cristiana, que más tarde habían de llevar a cabo el Concilio de Trento y San Carlos Borromeo. A una con San Antonio de Florencia, su contemporáneo, reaccionó contra el Fausto del Humanismo, llevando a la cátedra patriarcal las virtudes apostólicas del religioso. Sencillo, austero consigo mismo, verdadera hostia de propiciación por el pueblo que le había sido confiado, todas sus rentas iban a parar a manos de los pobres y a la construcción de nuevos monasterios.

La primera vez que volvió a Venecia fue para pedir como un mendigo de puerta en puerta. Un sobrino suyo contó después esta escena que presenció más de una vez: “Jamás entraba en la casa de su madre o de sus hermanos. Recuerdo que siendo niño le vi más de una vez a nuestra puerta pidiendo un poco de pan por amor de Dios, pero sin traspasar el umbral. Su madre, apenada de verlo caminar de puerta en puerta con el saco al hombro, encargaba a los criados que se lo llenasen son que se diese cuenta, pero él nunca quería recibir más de dos panes”.

En 1421 fue superior general de su Congregación y reelegido en el año 1421. Los esfuerzos que realizó por la observación regular de su instituto le ha valido el título de segundo fundador. El papa Eugenio IV, que, como antiguo canónigo de San Jorge conocía muy bien los méritos de Lorenzo, lo nombró obispo de Castello el 12 de mayo de 1433. Castello, pequeña isla cerca de Venecia, era entonces la residencia y el título episcopal que se había de convertir en la sede patriarcal de Venecia. El 8 de octubre de 1451 Nicolás V traspasó a la ciudad de las Lagunas la sede de Castello, agregándole el título de  patriarca de Venecia.

La muerte le sorprendió el 8 de enero de 1456, y a los pocos años se comenzó el proceso de su beatificación. La solemne canonización tuvo lugar el 16 de octubre de 1690. Su primera biografía la redactó Bernardo Justiniani, su sobrino, y ha sido incorporada a las obras del Santo en sus diversas ediciones y en las Actas de los Santos.

Publicado en Cuenca, 5 de septiembre de 2020 y el 5 de septiembre de 2024.

©José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:

-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.

-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.

-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.

 

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