viernes, 28 de febrero de 2025

San Rosendo, el azote de los normandos y moros. Festividad del 1 de marzo.

  Este insigne prelado y monje español nació en Salas de Galicia el 26 de noviembre de 907 y murió el 1 de marzo de 977. Su familia pertenecía a las más ilustres. Su padre, Gutierre Méndez, era uno de los condes más poderosos de la corte de Alfonso el Magno, valiente guerrero, gran político, y sobre todo, buen cristiano, bienhechor de iglesias y dotador de monasterios.
San Rosendo.

Rosendo aprendió latín en la escuela episcopal de Mondoñedo. Desde niño le atraía más la Biblia y la Cruz que la espada de su padre. Entró muy joven en el monasterio de Cabeiro, donde muy pronto fue elegido prior. Por sus virtudes y su ciencia, cuando apenas había cumplido dieciocho años de edad, fue elevado por aclamación unánime del clero y del pueblo a la sede episcopal de Dumio.

Entre las obras que llevó a cabo en los primeros años de su episcopado fue la fundación del monasterio de Celanova en la provincia de Orense.

Mientras Roma decidía sobre la suerte de Sisenando, obispo de Compostela y encarcelado por el rey don Sancho, san Rosendo tuvo que gobernar también la diócesis de Santiago.

El rey don Sancho lo nombró virrey de Galicia, cargo que le obligó a ponerse al frente de un ejército para rechazar a los normandos y moros que por diversos puntos habían penetrado en el territorio de su jurisdicción. Rosendo hizo reembarcar a los normandos y empujó más allá de las fronteras portuguesas a los moros. La vuelta a Santiago fue celebrada con fiestas populares y agradecidas muestras de júbilo. Mas una nube se cernía en el horizonte que iba a aguardar aquellos tiempos.

Sisenando, aprovechando la muerte de don Sancho de León, salió de la cárcel y se presentó repentinamente en Santiago, amenazando con la muerte de Rosendo si no dejaba la sede y se recluía en su monasterio. Era lo que deseaba nuestro Santo; cambiar el brillo y actividad inquietante del gobierno por la humildad y la paz de la vida escondida en el claustro.

San Rosendo se refugió en el monasterio de Celanova y vistió el hábito de san Benito, como simple religioso, sometido al abad Franquila. A la muerte de éste monje le eligieron a él por abad.

De su vida como monje se cuentan maravillas. Los ángeles bajaban a cantar con él, resucitaba a los muertos y anunciaba las cosas futuras. Tomó como emblema una Cruz, de cuyos brazos colgaban un compás y un espejo. Si los monjes le preguntaban qué significaban le respondía: “Hijitos, ¿no sabéis que la Cruz es compás de nuestra vida y espejo de nuestras almas?”

Al empezar el año 977 ya no pudo asistir al coro, aunque su presencia llenaba de fervor a todos los monjes. Vio que se acercaba la muerte y quiso firmar su testamento, que fue una confesión de fe y efusión de amor, en el que nos revela su alma piadosa.

El testamento de san Rosendo termina con estas palabras: “Bajo la Providencia de Dios”. La Providencia de Dios conservó su obra. Por muchos siglos continuaron sus monjes viviendo piadosa, casta y religiosamente. La Providencia cuidó también de la glorificación de su siervo. Su cuerpo fue enterrado en San Pedro de Celanova; doscientos años después, el 1194, Celestino III lo colocó en el número de los Santos. Hoy la diócesis de Mondoñedo lo aclama como su Abogado y Patrón.

Publicado en Cuenca, 1 de marzo de 2020. Actualizado el 1 de marzo de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

jueves, 27 de febrero de 2025

Efemérides conquenses del día 28 de febrero. Muerte del obispo D. Miguel del Olmo.

El día 28 de febrero de 1721, moría en Cuenca el obispo D. Miguel del Olmo y fue enterrado en la Capilla Mayor de la Catedral.
Fue caballero de la Orden de Santiago, auditor de Rota, gran canciller de Milán, consejero de Castilla y obispo de Cuenca.
Fue el primer obispo del siglo XVIII en la diócesis de Cuenca. Sucesor del Ilmo. Sr. San Martín, fue semejante al oro que pasa siete veces por el crisol antes de que se haga de él una alhaja. Difícilmente se hallará otro prelado que pasase por tantos destinos antes de ser colocado en el candelero de la iglesia conquense. Así nos lo describe Trifón Muñoz y Soliva.
Era hijo de Miguel del Olmo, natural de la Riba de Santiuste, obispado de Sigüenza, y de Victoria de la Riba, natural de Almadrones. Fue instruido y educado en aquella Universidad en el colegio seminario de san Bartolomé y docto en la sagrada teología, pasó al colegio de santa Cruz de Valladolid a cursar cánones y leyes.
Tomó posesión por medio de la su apoderado D. Íñigo Fernández de Velasco, deán de esta santa iglesia, el 7 de mayo de 1706. Fue uno de los mejores obispos que ha tenido Cuenca.
Fue un obispo prudente que jamás tomó medidas fuertes con los eclesiásticos. Escribió varios cuadernos de Decisiones Sacrae Rotae. Dejó por heredera de sus bienes al Arca de la limosna de san Julián de la ciudad.
Murió en esta diócesis el día 28 de febrero de 1721 y está sepultado en la capilla mayor de esta Santa Basílica Catedral de Cuenca.
Publicado en Cuenca, 28 de febrero de 2021 y el 28 de febrero de 2025.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.


San Hilario (415-468) festividad del 28 de febrero.

   Natural de Cerdeña, era diácono y hombre de confianza del Papa san León, quien en el 449 le mandó a Éfeso como legado para asistir al concilio que el propio pontífice debía llamar más tarde latrocinio.  Enlazamos aquí con la historia de san Flaviano, evocada el día 18 de este mes, y a cuyas vejaciones Hilario asistió horrorizado e impotente.

Temiendo por su vida ante aquellos energúmenos y llevando consigo la apelación que Flaviano dirigía al Papa, Hilario se puso bajo la protección de san Juan Evangelista, cuya tumba se veneraba en las afueras de Éfeso, y allí hizo un voto al discípulo amado del Señor, cuyo culto era entonces casi inexistente en Roma.

Desde Éfeso consiguió volver sano y salvo a Roma (desde Roma escribió a la emperatriz Pulqueria informándole de lo sucedido), y a finales del año 461 sucedió a san León en la Silla de Pedro. Gobernó la Iglesia durante siete años, durante los cuales no se produjo ningún hecho de gran relieve.

Vemos a san Hilario ocupándose de cuestiones de disciplina (usurpación de episcopados, abusos en la consagración de obispos sin el consentimiento de los metropolitanos, consagraciones ilegales, etc.) y oponiéndose a que se propagaran herejías como la del macedonio Filoteo.

¿Olvidó el voto de Éfeso? No, hizo edificar dos oratorios en la basílica constantiniana de Letrán –aunque muy transformados, aún subsisten- que dedicó a san Juan Bautista y a san Juan Evangelista y así el nombre de Juan quedó vinculado para siempre a Letrán. Dos inscripciones recuerdan su iniciativa.

Este agradecido papa murió el último día de febrero de 468. Recibió sepultura en san Lorenzo extramuros

Publicado en Cuenca, 28 de febrero de 2020 y el 28 de febrero de 2025.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.


miércoles, 26 de febrero de 2025

Jovelardero 27 de febrero de 2025 y el Carnaval, del lunes 3 al 4 de marzo.

El Jueves Lardero en Cuenca

    Jovelardero o Jueves Lardero, ambas denominaciones son válidas para designar el jueves anterior al miércoles de ceniza, dando comienzo la cuaresma. En la sociedad conquense está muy arraigado, el típico adagio: “En Jovelardero, taja y huevo”. Es una jornada al aire libre, si el tiempo lo permite, este año se celebrará el día 27 de febrero. Los jóvenes en grupos, copan las laderas del río Júcar desde la mañana hasta la caída de la tarde, pasan la jornada jugando en compañía de amigos, degustando todo tipo de productos derivados del cerdo, alimentos que quedarán prohibidos a lo largo de la Cuaresma.

    La palabra lardero procede del adjetivo “lardo” que es como se llamaba al tocino gordo de cerdo. También se le llamaba así al sebo o manteca del cerdo. Si profundizamos más en los orígenes diré que procede del latín “Lardum o  Lardium”, palabra con la que los romanos denominaban al tocino y a la manteca del cerdo.

     En los tiempos de escasez las familias tiraban de las partes menos valiosas del cerdo, comercialmente hablando, con las que nuestras abuelas fueron capaces de hacer maravillas culinarias. Estos almuerzos o meriendas, antes de la cuaresma han sido y es lo que caracteriza al peculiar Jovelardero.

    El carnaval, se convirtió en la fiesta de despedida de la carne, es por ello que estos días, anteriores a la Cuaresma, se procura degustar al máximo, para no echarla en falta en los cuarenta días que impone la regla cuaresmal.

    Uno de los carnavales más antiguos en Castilla la Mancha es el de Tarazona de la Mancha. En el Archivo Municipal se encontró un acta del año 1894 donde se menciona por primera vez el carnaval  en esta localidad, en la dicha acta se recoge el pago a la Banda Municipal de Música, contratada para animar el carnaval de ese año.

    En Cuenca se perdió la tradición, recuperada hace unos años. Inició su andadura el barrio de la Fuente del Oro y año tras año se ha ido recuperando esta fiesta. En 1900 nos cuentan las crónicas sociales, que lo más importante y atractivo eran los bailes, ya que era el lugar de reunión de los jóvenes de aquella época, convirtiéndose en centro de reunión obligada en lugares como el Casino de Cuenca y la Constancia. Las máscaras que portaban servían para perder la timidez y poder galantear con las chicas y viceversa. A ellas se les presentaba la ocasión de poder hablar con el joven que le gustaba, con cierta soltura sin miedo a ser reconocidas.

    El carnaval, desde la interculturalidad, es una fiesta divertida y de esparcimiento, ocasión social para reafirmar la unidad grupal de participación por barrios, asociaciones y pueblos; esperemos que se vaya asentando en nuestra ciudad y en la provincia, sobre todo en aquellos pueblos donde se celebra, como: Las Pedroñeras, Villanueva de la Jara, El Provencio, San Clemente, Tarancón y Las Mesas, entre otros muchos pueblos conquenses. En estos lugares existe una enorme amplitud de formas de vivir el Carnaval, resurgiendo con cierta fuerza esta entrañable fiesta con referencias históricas y elementos religiosos, formando un conjunto de bienes culturales dispersos territorialmente, así no existe un único modelo de celebración, sino que es un fenómeno plural y diverso, representando una vivencia común que le da unidad y representatividad de nuestras costumbres.

Publicado en Cuenca, 20 de febrero de 2017. Reeditado el 27 de febrero de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico


Festividad del 27 de febrero. San Gabriel de la Dolorosa (1838-1862).

   San Gabriel es uno de los santos a los cuales se aplican aquellas palabras de la Sagrada Escritura: Consummatus in brevi, explevir tempora multa. Murió pronto, a la edad de 24 años, pero vivió mucho, porque en poco tiempo hizo grandes méritos y realizó grandes obras, esas que cuentan en los anales de la eternidad, aunque no figuren en las páginas de la historia de este siglo.
San Gabriel de la Dolorosa
    Nació S. Gabriel en Asís y le pusieron sus padres el nombre de su paisano san Francisco. En 1842 quedó huérfano de madre y su padre se trasladó a Espoleto, donde hizo los estudios de primera enseñanza con los Hermanos de la Doctrina Cristiana y el bachillerato lo cursó allí mismo,

En el año 1856, cuando contaba con 18 años de edad, tomó parte en la procesión de la Patrona de Espoleto, la Virgen con la advocación de Santa Icone. En esta procesión nuestro joven fijó sus ojos en el rostro de la Virgen. Algo especial pasó por su alma. Le pareció que la Virgen le miraba de un modo singular y que le hablaba al corazón: Francesco il mondo non e per te. Ti aspetta la religione. “Francisco, el mundo no es para ti. Te espera la religión”. No dudó de la vocación. Dios le quería para sí en el claustro. No tardó mucho en obedecer. El 21 de septiembre de aquel mismo año de 1856 llamaba a las puertas del noviciado de los padres pasionistas en Morrovalle de Ancona; vestía el hábito de la Congregación el día 22 de septiembre de 1857 y tomaba el nombre de Gabriel de la Dolorosa, con que iba a ser conocido en el Misal y Martirologio Romano.

Era nuestro Santo de un carácter alegre, simpático, dulce, puesto enteramente en manos de Dios. Muy pronto se hizo más digno del cielo que de la tierra, según la frase del Papa, y Dios lo llamó para sí cuando no tenía más que las órdenes menores. Murió con los nombres de Jesús, María y José el 27 de febrero del año 1862 en la isla del Gran Sasso.

Nadie se dio cuenta de sus méritos, arrebatado en plena carrera y juventud. A los ojos del mundo desaparecía como una flor deshojada sin haber dado fruto.

Los milagros del joven empezaron a multiplicarse. Los superiores pensaron en seguida en introducir su causa y así hicieron en 1894. Los milagros y virtudes de Gabriel fueron reconocidos oficialmente por León XIII, que dio el título de Venerable en 1896 y Pío X, que lo beatificó en 1908.

Los milagros del Santo siguieron en aumento, su devoción se fue extendiendo por toda Italia, y el 13 de mayo de 1920 lo canonizaba solemnemente Benedicto XV, junto a santa Margarita de Alacoque.

Publicado en Cuenca, 27 de febrero de 2020 y el 27 de febrero de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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Fuentes documentales:
-La casa de los Santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989
- Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961

Efemérides conquenses. El día 27 de febrero de 1604 Felipe III visitó el cuerpo de San Julián en Cuenca.

    La noche del 27 de febrero de 1604, visitó el cuerpo de San Julián el rey Felipe III en la Catedral de Cuenca.
Felipe III (El Piadoso)

En las actas capitulares consta lo siguiente: “Esta noche (la del viernes al sábado del 27 de febrero de  1604) entre las nueve y las diez habiendo armado la escalera nueva que se hizo, su Majestad vió y visitó el cuerpo santo del glorioso san Julián y le vieron todos los grandes y criados y después fue su Majestad al sagrario y vio y visitó el mismo las Reliquias y la custodia mayor de plata”……………………………………………………………………………………………

Esta manifestación la describe el señor Poza del siguiente modo: “Se Dilató la manifestación del santo hasta las nueve de la noche. Se armó la escala nueva, por la que subió la majestad católica, con los príncipes dichos y con los grandes, títulos y señores que le acompañaban. Hincadas las rodillas oró y adoró a S. Julián delante de su cuerpo vio luego muy de propósito su entereza, conoció su incorrupción, olió su fragancia, alabó a Dios en obra suya tan extraordinaria. Hicieron lo mismo sus tres sobrinos, y todos los ministros y señores y criados que le habían acompañado. Más para que constase no había traído a Cuenca otra cosa a su Majestad sino la devoción y estima de S. Julián el día siguiente que fue 28 de febrero, de camino de vuelta oyó públicamente misa en la Compañía de Jesús y honrando con su presencia todos los conventos, partió a la corte de sus reinos.

Publicado en Cuenca, 27 de febrero de 2020 y el 27 de febrero de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

martes, 25 de febrero de 2025

San Porfirio de Gaza (352-421). Festividad del 26 de febrero

     Es curioso como los santos, todos ellos, abandonan los apegos del mundo y se dan a la vida eremita, eso mismo podemos aprecias en la biografía de San Porfirio.

Porfirio nació en el año 352 en Tesalónica, nos sonará el nombre por las cartas que San Pedro escribe a los tesalonicenses y que podemos encontrarlas en el Nuevo Testamento en la Biblia.

San Porfirio de Gaza

En plena juventud, a sus 25 años deja a su familia y sus riquezas y se hace monje retirándose a los desiertos de Egipto a rezar y meditar. Cinco años más tarde siente la nostalgia de estar cerca de las tierras que pisara Jesucristo y se va a Palestina donde vive en una cueva junto al río Jordán. Enferma de reumatismo y se desplaza a vivir en Jerusalén. Sus visitas a los santos lugares es diaria, es decir: al Santo Sepulcro, el Huerto de los Olivos y demás lugares donde estuvo Cristo.

Se especula que este lugar se gana la vida haciendo de zapatero, y las mortificaciones que realiza eran tan grandes que siendo joven su aspecto era el de un viejo muy encorvado que tenía que andar apoyándose en un bastón. Así ve el joven Marcos, el que sería su biógrafo, cuando admirado por su ejemplo pide ser su discípulo.

Ya en los cuarenta años su reputación es tal que se le ordena de sacerdote, y en el año 396 es consagrado obispo de Gaza.

Su labor no iba a ser fácil, y ante las resistencias con que tropieza cabe la posibilidad de que el buen Porfirio olvidase la virtud de la paciencia. Como las conversiones de su pueblo son escasas se le ocurrió pedir ayuda al emperador Arcadio, quien mandó tropas para evangelizar aquella región, destruyendo ídolos y arrasando sus templos. La airada reacción del pueblo pagano fue muy fuerte originándose revueltas en las que estuvo a punto de perder la vida el propio Porfirio. Después de este episodio desagradable, la acción evangelizadora de Porfirio llegó a ser tan eficaz que se acabó por completo allí el paganismo.

Porfirio construyó en Gaza un magnífico templo y fue consagrado en el año 408 en el día de la Pascua y repartió abundantes limosnas a todos los pobre de la ciudad.

Sus últimos años los dedicó a instruir y enfervorizar a sus sacerdotes y al pueblo con sus predicaciones siendo un buen ejemplo en sus actuaciones. Murió santamente el 26 de febrero de 420.

Publicado en Cuenca, 26 de febrero de 2021. Actualizado 26 de febrero de 2025.

    Por:  José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:

-Año Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.

-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.

-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.

 

 

 

La medalla milagrosa, día 27 de noviembre.

Dicen que no hay corazón cristiano que no ostente esta bendita y salvadora enseña, por lo que me ha dado por buscar tal digna medalla, que me sonaba que tenía una, posiblemente perteneció a mi madre o a mi abuela. El asunto es que después de rebuscar entre mis cosas. ¡Eureka! La encontré. Está un poco deteriorada pero es posible su reparación, así que con las herramientas adecuadas lo he arreglado y listo para ser expuesta.


Por decreto del Sumo Pontífice León XIII, fechado el 23 de julio de 1894, se establece en honra de la Medalla Milagrosa una fiesta particular a semejanza de las que existían ya en honor del Santo Rosario y del Escapulario. Si se quedan conmigo y me acompañan les cuento la historia.


Corría el año de 1830. En el noviciado de las Hermanas de San Vicente de Paúl de París, profesaba en él la joven Catalina Labouré. Allí transcurrían los días de la piadosa novicia sin llamar la atención siendo humilde y dócil. Descansaba una noche al igual que sus compañeras en un vasto dormitorio, cuando oyó una suave voz que insistentemente le decía al oído: “Levántate”.

Ante la insistente voz despertó, corrió la cortina por el lado donde oía la voz y vio a un niño de unos cuatro o cinco años con rubios cabellos y todo su cuerpo desprendía rayos luminosos alumbrando la estancia: “Ven, -le dice la voz , ven a la capilla; la Santísima Virgen te espera”, “Pero me van a oír” –pensaba Catalina. Y lo verán…” “Nada temas –repuso el niño contestando al pensamiento de Catalina- son las once y media y todos duermen, yo te acompañaré”. Al oír estas palabras y no pudiendo resistir a la invitación del cariñoso guía, se vistió a toda prisa y acompañada por el niño que irradiaba claridad por sus destellos de luz por donde pasaba fueron a la capilla.

Subió de punto su admiración al ver abrirse la puerta en cuanto la hubo tocado el niño y al ver que toda la capilla estaba iluminada, “lo cual –añade ella- me recordó la Misa del Gallo de Navidad”. Acompañada del niño hasta la barandilla del comulgatorio donde la dejó arrodillada. Tras breves instantes exclamó el niño: “Mira a la Santísima Virgen”; una señora de sin igual belleza se presentaba ante su vista cubierta de blanco con velo azul. Siguiendo los impulsos de su corazón, se arrojó a los pies de María Santísima. Tras breves indicaciones la Virgen le agregó: “Hija mía voy a encargarte una misión; muchas penas tendrás que sufrir en ella, pero gustosa las sobrellevarás pensando que van dirigidas a la mayor gloria de Dios; muchas contradicciones te sobrevendrán, pero la gracia te ayudará; nada temas, refiere todo lo que te suceda con sencillez y confianza a tu director espiritual”. Cuando se le pregunto a Catalina no acertó a decir el tiempo que permaneció con la Virgen. Cuando desapareció la visión se levantó, sor Catalina y vio nuevamente al niño en el sitio en que le había dejado al acercarse ella a la Virgen. Diciéndole ¡Ya se fue! Y la volvió acompañar al dormitorio. Se cree que este niño era el ángel de la guarda que Catalina tenía designado. Oyó dar las dos de la madrugada en la cama pero esa noche ya ni pudo dormir más.


Este relato es una parte de la misión de sor Catalina. Es su director espiritual el señor Aladel quien nos cuenta lo ocurrido el 27 de noviembre de 1830. Esto es lo que en el proceso verbal de información de fecha de 16 de febrero de 1836 fue recogido en acta:

“A las cinco y media de la tarde, hora en que las Hermanas acostumbraban a tener sus rezos en la capilla donde se aparecido la Virgen a la joven como en un marco ovalado; estaba de pie sobre el globo terráqueo del que no se veía más que la mitad; vestía ropaje blanco con manto azul plateado, parecía tener diamantes en las manos de las que caían haces de rayos luminosos a la tierra, y con mayor abundancia caían haces de un punto de la misma. Creyó oír una voz que decía: Estos rayos son el símbolo de la gracia que María obtiene para los hombres y el punto sobre el cual caen más abundantes es Francia. Se podía leer alrededor del cuadro estas palabras escritas con caracteres de oro: ¡Oh María! Sin pecado concebida, rogad por nosotros que acudimos a Vos. Esta oración estampada en semicírculo, comenzaba a la altura de la mano derecha, y pasando por encima de la cabeza de la Virgen venía a terminar a la altura de la mano izquierda. Habiéndose vuelto el cuadro, vio en el reverso del mismo la letra “M” rematada de una cruz con un trazo transversal en medio; y por debajo del monograma de María, los Corazones de Jesús y de María, rodeado el primero de una corona de espinas y atravesado el otro por una espada. Luego le pareció oír estas palabras: Hay que hacer acuñar una medalla según este modelo: Las personas que la lleven indulgenciada y recen con piedad esta oración gozarán de una protección especial de la Madre de Dios, y en este preciso instante acabó la visión.


Catalina Labouré, murió en París, en olor de santidad el 31 de diciembre de 1876 y fue beatificada por el Papa Pío XI en 1933.
El Arzobispo de París declaró varias veces que él mismo había ofrecido esta medalla a muchos enfermos de todos clase y condición y habían sanado. No tardó en proclamarse en una alocución del 15 de diciembre de 1836, con ocasión de la consagración de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de Loreto de París, la necesidad de darla a conocer en todo el mundo católico, extendiéndose su devoción rápidamente por España, Suiza, Italia, Bélgica, Inglaterra, América, en Oriente y hasta en China.
Muchos son los milagros y conversiones que hubo a través de la Medalla Milagrosa y se haría muy largo el contar cada uno de ellos lo que si diré que todos ellos fueron estudiados y comprobados y que el 5 de junio de 1842 el eminentísimo cardenal Patrizzi proclamó que quedaba plenamente probado el verdadero e insigne milagro obrado por Dios.

Cuenca, 27 de noviembre de 2018 y el 27 de noviembre de 2025.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

lunes, 24 de febrero de 2025

San Etelberto (560-616). Festividad del 25 de febrero.

     Aunque no es conocido en España porque su procedencia es inglesa no viene mal el saber sobre estos santos que pasan desapercibidos para nosotros pero pertenecen a una época difícil para la Iglesia Católica en Inglaterra. Veamos su vida.

Etelberto era rey de Kent. Las incursiones realizadas en Britania por pueblos del continente Europeo hacía difícil su defensa. Entre los que llegaron a Bretaña fueron los anglos, los sajones, los jutos y los frisones. Estos ocuparon el sur y el este de la isla, pero a finales del siglo V los británicos lograron detener el avance anglosajón por espacio de 50 años gracias  a la victoria en la batalla del Monte Badon. Parece que Kent fue conquistado antes de que se librara la citada batalla. Se supone que la cultura romana pudo sobrevivir más en el reino de Kent por su formación a los pocos años de que los romanos abandonaran Britania.

San Etelberto. Catedral de Canterbury.

El reino de Kent estaba formado por dos territorios, el oriental y el occidental, ambos estaban gobernados por un rey dominante. Podría ser que Etelberto (Ethelberto) fuera el rey de Kent oriental y su hijo Eadberdo fuera el rey de Kent occidental; el rey de Kent oriental parece que era generalmente el rey dominante.

Los britanos nativos se habían convertido al cristianismo en la época romana. Las invasiones anglosajonas separaron ciertamente la iglesia británica de la europea y Roma conocía muy poco sobre esta Iglesia británica e ignoraba cualquier cisma en cuanto a costumbres. Sin embargo Etelberto tendría ciertos conocimientos sobre la Iglesia gracias a que su esposa franca, llamada Berta, había llevado con ella al obispo de Liudhard, quien construyó una capilla para ella.

En el año 596, el papa Gregorio I Magno envió a Inglaterra como misionero a Agustín, prior del monasterio de San Andrés de Roma. Etelberto recibió a san Agustín y a sus monjes un año después, 597, fecha probable de la conversión de Etelberto, en la que sin duda influyó su esposa Berta, ya cristiana, princesa franca, hija de Cariberto, rey de París.

A diferencia de lo que solía ocurrir en estos casos, no obligó a sus súbditos a abrazar el cristianismo, pero este monarca, muy influyente en el sur de Inglaterra, dio gran apoyo a los misioneros, hizo construir la catedral de San Andrés de Rochester y contribuyo a la conversión de Saberto, rey de los sajones del este, en cuyo territorio hizo levantar la principal catedral de San Pedro en Londres.

San Etelberto murió el 24 de febrero del año 616, después de haber reinado por varios años y haber trabajado de manera ferviente en conjunto con la Iglesia. Fue canonizado por su papel en el establecimiento del cristianismo entre los anglosajones. Su festividad se celebraba el 24 de febrero, pero se cambió al 25.

Cuenca, 25 de febrero de 2021 y el 25 de febrero de 2025.

     José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:

-Año Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.

-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.

-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.

 

 

San Pretextato, Obispo y Mártir. (Año 586). Festividad del 24 de febrero.

     Entre los santos que el Santoral trae para este día he elegido uno muy singular en el que se refleja un cariz distinto a los demás, conocemos su vida por el testimonio de Gregorio de Tours y Augustin Thierry (historiador del siglo XVIII) cuenta la bárbara y crudelísima historia de los reyes merovingios,  Chilperico y su esposa Fredegunda, que abunda en episodios atroces. Espero que saquéis vuestras conclusiones después de leer su resumida vida.

Nuestro santo fue obispo de Rouen desde mediados del siglo VI, en medio de la difícil situación política del reino franco.

San Pretextato.

Pretextato fue el padrino de Mereveo, hijo de Chilperico y sentía por él una debilidad que se manifestaba en todas las ocasiones; por ejemplo, cuando el príncipe le pidió que le casara con Brunequilda, viuda de su tío. Aun siendo contrario a los cánones, el obispo accedió a sus deseos, y desde entonces podía contar con la feroz antipatía de los reyes.

Algún tiempo después, en el año 577, Pretextato fue acusado de traición al monarca, y en París compadeció ante un concilio en el que se defendió con tanta sinceridad como de una forma poco hábil; con todo no había pruebas concluyentes contra él, y además le defendía el enérgico Gregorio de Tours. El rey tuvo que idear otra artimaña para poderlo condenar por traición.

Valiéndose de los prelados, que llamaremos dudosos, les pidió el rey que convencieran a Pretextato de que se declara culpable, afirmando que era la única manera de aplacar su cólera y se mostraría magnánimo con él tras su humillación, y que lo perdonaría. El Obispo creyó toda esta sarta de mentiras de sus más próximos cayendo en una trampa.

Al declarase culpable de las acusaciones fue depuesto con infamia desgarrándole la túnica por la espalda y fue recluido en una mazmorra, siendo por fin desterrado a la isla de Jersey.

Al morir el rey Chilperico asesinado en el año 584, nuestro santo Pretextado, volvió con todos los honores a Ruán en cuya catedral fue apuñalado por un sicario de la mujer de Chilperico, Fredegunda. Su muerte es relatada así:

El 14 de abril de 586, siendo Domingo de Pascua, mientras Pretextato cantaba los maitines en su catedral, un sicario a las órdenes de Fredegunda lo apuñaló.

La reina se personó para ver a su enemigo agonizante y le dijo: Es triste para nosotros que haya sobrevenido semejante desgracia en tu persona.

-Dijo el moribundo ¿Quién ha descargado este golpe, clavando sus ojos en Fredegunda, sino la mano que mató a reyes, que vertió tanta sangre inocente y tantos males desató en el reino?

Sin revelar le menor turbación, continuó ella con un tono todavía más afectuoso: -Hay en torno nuestros médicos muy hábiles; ellos te curarán esa herida.

El obispo recogiendo todas las fuerzas que le quedaban exclamó: -Siento que Dios me llame; pero tú, que eres quien me ha asesinado, serás por los siglos objeto de execración y sobre tu cabeza vengará mi sangre la justicia divina. Retirándose la reina expiró el obispo.

Su memoria se celebra el 24 de febrero, día de la traslación de las reliquias, pues su “diez natulis” suele coincidir con la Pascua.

Cuenca, 24 de febrero de 2021 y el 24 de febrero de 2025.

     José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:

-Año Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.

-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.

-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.

 

 

 

domingo, 23 de febrero de 2025

San Matías Apóstol. Festividad del 24 de febrero.

     San Matías fue el elegido en lugar del traidor de Judas, era de la tribu de Judá, nació en Belén de familia ilustre, no menos distinguida por su caridad y por su riqueza, que por el celo que profesaba a la religión de Moisés.

El significado del nombre de este gran Apóstol significa “don de Yavé”, puede ser llamado el hombre de la suerte, la mayor que le podía tocar en este mundo, llegar a ser Apóstol y embajador suyo. Pertenecía al número de los 72 discípulos de Cristo enviados por delante de EL a predicar la buena nueva del Evangelio, con poderes extraordinarios para sanar enfermos.

San Matías no respiraba más que la gloria de Jesucristo y la salvación de su nación, corriendo por toda ella predicando con valor y con asombroso celo, confundiendo a los judíos, y demostrándolos con testimonio irrefragable de la sagrada  Escritura, que Jesucristo, a quien ellos habían crucificado y había resucitado al tercer día, era el Mesías prometido, Hijo de Dios, y en todo igual a su Padre.

Hartos los dirigentes del pueblo judaico de verse tantas veces confundido e irritados por otra parte, de la multitud de conversiones que hacía, y de los milagros que obraba, resolvieron acabar con Matías.
Martirio de San Matías.

Refiere el “libro de los condenados”, esto es, el libro donde se tomaba la razón de todos los que habían sido ajusticiados en Judea desde la resurrección del Señor, por haber violado la ley de Moisés, como S. Esteban, los dos Santiagos y S. Matías; refiere dicho libro, que habiendo confesado a Jesucristo en concilio pleno, demostrando su divinidad, y convenciendo que había sido Redentor del género humano con lugares claros de la Escritura, y con hechos innegables, a que no tuvieron que responder, fue declarado enemigo de la ley y como tal sentenciado a ser apedreado. Llegado el Santo al lugar del suplicio, se hincó de rodillas, y levantando los ojos y las manos al cielo, dió gracias al Señor por la merced que le hacía en morir por defender su santa religión: hizo oración por todos los presentes y por su nación, la que concluida, fue cubierto de una espesa lluvia de piedras. Añade el mismo libro, que no pudiendo sufrir este género de suplicio los romanos que gobernaban la provincia, contuvieron el furor de los que le apedreaban, y hallando al Santo medio muerto, por despenarle, acabándole de matar, le cortaron la cabeza. Sucedió el martirio de S. Matías el día 24 de febrero, aunque no se sabe precisamente en qué año.

Su cuerpo, según la tradición, fue traído a Roma por santa Elena, madre de Constantino, y hasta hoy se venera en la iglesia de santa María la mayor la mas considerable parte de sus reliquias. Otra parte de estas reliquias se ladi ó la misma Emperatriz a S. Agricio, arzobispo de Tréveris, quien las colocó en la iglesia que hasta hoy tiene la  advocación de S. Matías.

Publicado en Cuenca. 24 de febrero de 2020 y el 24 de febrero de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

Antonio Machado, a los 86 años de su muerte.

     Ayer 22 de febrero de 1936, hacía ochenta y seis años de la muerte de Antonio Machado. Falleció a los 64 años de edad en Colliure (Francia). Gran poeta de la generación del 98. Cruzó la frontera, con su madre, huyendo de la Guerra Civil Española. Según parece, la fatiga y la tristeza le hicieron que sus fuerzas flojearan cuando llegaron a Colliure, falleciendo en este mismo lugar.

Antonio Machado. Retrato de Joaquin Sorolla 1917


Llevaba consigo en uno de sus bolsillos los últimos versos anticipando su muerte. Versos que expongo en memoria de este gran poeta.

 Así decían:

Y cuando llegue el día del último viaje

y al partir la nave que nunca ha de tornar

me encontraré a bordo ligero de equipaje

casi desnudo, como los hijos de la mar.

Machado uso el poema de canal para expresar lo que su alma sentía. El gran amor de su vida fue, Leonor Izquierdo, señorita que conoció en Soria donde ejerció de maestro, ella tenía trece años. Machado era diecinueve años mayor que ella (se casó el 30 de julio de 1909). Eso no fue obstáculo para que entre ellos reinara la felicidad y la concordia siempre. Su joven esposa murió por tuberculosis el 1 de agosto de 1912 cayendo en una profunda tristeza y depresión.

Durante la Guerra Civil Española se vio obligado a salir del país y opto por emigrar a Francia y al poco tiempo de pisar suelo francés en compañía de familiares y amigos, falleció el 22 de febrero de 1939. D.E.P.

Cuenca, 23 de febrero de 2025.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

sábado, 22 de febrero de 2025

San Policarpo de Esmirna (70-155). Festividad del 23 de febrero.

   Fue uno de los obispo de la Iglesia primitiva. Considerado como padre apostólico. Fue obispo de la ciudad de Esmirna, se piensa que fue consagrado por el mismo san Juan. Existen pocos datos acerca de su vida, aunque se sabe acerca de su muerte que fue quemado en una hoguera en el año 155 de la era cristiana, durante el gobierno del emperador Antonio Pío.
Martirio de san Policarpo de Esmirna.

Era un anciano lleno de virtud, saber y experiencia envuelto en una particular veneración por haber sido discípulo del propio san Juan Evangelista; en pleno siglo II había, pues, conocido a uno de los apóstoles del Señor, nadie podía dejar de recordarlo, y se llamaba “padre de los cristianos” incluso entre los que no lo eran. San Jerónimo, más enfáticamente, le nombra como “Príncipe de Asia”.

Fue un gran obispo de Esmirna, y su nombre griego, que en castellano puede traducirse por “fruto abundante”, parecía en él más adecuado que en cualquier otro por sus obras de caridad. Ya octogenario emprendió un vieja a Roma para hablar con el papa Aniceto y consultarle cuestiones de liturgia, y su regreso tuvo que enfrentarse con la persecución.

Según san Eusebio, tres días antes de que le prendieran tuvo una visión en la que su almohada era consumida por el fuego, y entonces anunció a los que estaban con él: “Me  quemarán vivo” (siglos más tarde en recuerdo de esta almohada san Policarpo era invocado contra el dolor de oídos).

Descubierto en su escondite, no lejos de la ciudad, fue conducido a Esmirna, y allí las autoridades le pidieron que blasfemara, que maldijera a Cristo. Ante su negativa, se le ató a un palo entre leña en medio de un estadio al que había acudido la multitud para ver cómo moría un obispo de aquella secta.

Al encendér la hoguera, las llamas, sin tocarle, le rodearon “como una vela de navío hinchada por el viento”, y hubo que darle muerte con una espada. Dicen que de su cuerpo brotó tanta sangre que apagó el fuego, y que el cadáver, sin la menor quemadura, tenía el mismo color que el pan cocido y desprendía un perfume a incienso y mirra.

Publicado en Cuenca, 23 de febrero de 2020. Actualizado el 23 de febrero de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.


viernes, 21 de febrero de 2025

La Cátedra de San Pedro. 22 de febrero.

   La nueva reforma litúrgica de Juan XXIII ha fundido en una sola fiesta las dos antiguas de la Cátedra de San Pedro en Roma y Antioquía.

En el ábside de la gran basílica de San Pedro de Roma, hay una reliquia que la llaman Cathedra apostólica. Son unas astillas de madera vieja, restos del sillón en que San Pedro se sentaba cuando hablaba a los fieles de Roma. Con la madera antigua y pobre alternan hoy incrustaciones ricas de marfil, todo ello guardado en un sillón de bronce y oro, suspendido en una tempestad de luz y gloria. Cuatro estatuas colosales, la de San Ambrosio y San Agustín, por la Iglesia occidental; la de San Atanasio y San Juan Crisóstomo, por la Iglesia Griega, sostienen la silla del primer Papa. Al lado hay dos ángeles; otros dos detrás con las llaves y la tierra. Cubriéndolo todo bajo su sombra bienhechora está, entre rayos blancos de luz celeste, que entra por la ventana, la sagrada paloma, símbolo del Espíritu Santo. Todo este conjunto maravillosos es obra de Bernini, en estilo barroco, que data del siglo XVII.
Cathedra apostólica. Obra de Bernini.

Siete años gobernó San Pedro la Iglesia de Antioquía, hasta que habían penetrado en el Occidente las luces de la fe, pasó a colocar su silla en la capital de todo el universo, u fijó, según los eternos designios de la divina Providencia, el centro de la unidad y la cátedra de la religión en Roma, que hasta entonces había sido la señora del mundo.

Muchos son de parecer que el haberse determinado la fiesta de la cátedra de San Pedro el día 22 de febrero, fue porque quiso la Iglesia oponer la piedad y la devoción de los  cristianos a la superstición y al desorden con que los gentiles profanaban este día y el antecedente, convidándose recíprocamente a grandes festines y banquetes sobre las sepulturas de sus parientes. Acaso por eso fue costumbre entre los fieles, cuando solemnizaban el pontificado de San Pedro, renovar entre sí cierta especie de aguapas, o convites de pura caridad, así en muestras de regocijo, como para desacreditar con su templanza los excesos de los paganos; y aún por eso se llamó este día Festum Petri epularum, la fiesta de la comida de San Pedro.

Pero como es fácil abusar de las costumbres más santas, especialmente cuando lisonjean la natural inclinación de los sentidos, se introdujeron con el tiempo tantos excesos, y aun se mezclaron tantas supersticiones por la comunidad con los gentiles, que el concilio Turonense celebrado en el año 567 se vio precisado a desterrar dichas comidas, exhortando a los fieles a que dejando los banquetes celebrasen la Cátedra de San Pedro con ejercicios piadosos y con ejemplar devoción.

Resumiendo, parece que la fiesta de la Cátedra de San Pedro se instituyó para conmemorar un aniversario, la toma de posesión de San Pedro. ¿Por qué se escogió el 22 de febrero? Parece que con el propósito de suplantar una fiesta pagana en honra de los difuntos familiares, que se celebraba con banquetes y otras manifestaciones profanas impropias de la seriedad cristiana.

Publicado en Cuenca, 22 de febrero de 2020 y el 22 de febrero de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

Santa Margarita de Cortona (1247-1297). Festividad del 22 de febrero.

 Margarita nació en Italia en 1247. Hija de un labrador de Laviano, cerca de Cortona, pierde  su madre a los seis años, y poco después su padre se vuelve a casar. Su madrastra le amarga su niñez con celos y desdenes. Es una muchacha de extraordinaria hermosura a sus 17 años, en la comarca dicen que parece una princesa, y que desde luego es digna de un príncipe.

No encuentra a su príncipe, pero sí un joven apuesto caballero de Montepulciano que es marqués y que la convence para que comparta su vida prometiéndole que algún día será su esposa; pero los días, semanas y meses pasan sin cumplir su promesa el marqués.

Margarita tiene dieciocho años y para el pueblo la tienen como la amante del marqués, a quien da un hijo, siendo la admiración de todos por sus ricas galas y su belleza.

Santa Margarita de Cortona.

Ante el pecado público e innegable de los santos, sobre todo si dura mucho tiempo, la hagiografía se siente incómoda y trata de atenuar los hechos para salvar la cara: hacia muchas limosnas, era muy consciente de que iba por mal camino, sí, se admiten todas las matizaciones con tal de que no se desnaturalice la verdad ahogándola en agua de rosas, porque entonces ni hay santos ni hay nada.

En 1273 el caballero muere apuñalado, Margarita lo deja todo y vuelve con el hijo a casa de sus padres, que le cierran las puerta, y poco después encuentra en Cortona la protección de unas piadosas damas que le encaminan hacia los franciscanos, uno de los cuales fray Giunta Beveganati, será su director espiritual.

La nueva María Magdalena, terciaría franciscana en   1276, edifica a todos con sus mortificaciones y su caridad, funda un hospital, cuida a parturientas y a enfermos, trabaja para los pobres, mientras a su alrededor, como no podía ser menos, se da el chisme, la desconfianza y la calumnia. El pasado le sigue a todas partes.

Nada la altera, Jesucristo le ha dicho que iba a ser “espejo de pecadores”, y sus oraciones y consejos, su ejemplo y su solicitud atraen de su experiencia mística en una frase: “La salvación es fácil, basta amar”.

Cuenca, 22 de febrero de 2025.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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Fondos documentales:

-La casa de los Santos. Carlos Pujol. Ediciones Rialp S.A.

jueves, 20 de febrero de 2025

La llegada del agua a la ciudad de Cuenca en el siglo XVI, sus fuentes.

Hasta el siglo XVI la ciudad de Cuenca se abastecía de sus fuentes naturales y de los aljibes practicados en la misma roca donde se almacenaba el agua de lluvia y sólo en las casas pudientes disponían de ellos. También es verdad que Cuenca era una ciudad privilegiada al discurrir por sus valles los ríos Júcar y Huécar, sus aguas eran saludables hasta que algún aguacero las hacían insalubres.


En más de una ocasión se había pensado el traer a la ciudad el agua del nacimiento del manantial de la Cueva del Fraile. La primera vez fue por el año 1531 pero tuvo que pasar dos años más para hacerlo realidad. Dos años se tardó en hacer realizar el delicado canal, en algunos tramos hubo de horadar la misma roca. Este se hizo siendo Corregidor de la ciudad Don Pedro Ordoñez de Villaquirán y el maestro fontanero fue Juan Velez.

Los beneficios que aportaron a la ciudad fueron numerosos al disponer de agua, instalándose una fuente en la parte alta y otra en la puerta de la parroquia del Salvador. La obra resultó incompleta al estar el canal al descubierto y la salud de los habitantes de la ciudad comenzó a resentirse, ello hizo que sus gentes volvieran a utilizar sus fuentes habituales como la de la Cueva de la Zarza, la de la Higuera y Mirabueno, la de Don Fernandico, la de Doña Sancha y Perenal en la hoz del Huécar; la del Rey y de Martín Alhaja, la del Abanico y la del Cañón, en la Hoz del río Júcar. Esto pasó por que el canal habilitado era una simple acequia, en él caían ramas y hojas en su trayecto de unos tres cuarto de legua, y la descomposición vegetal hacía insalubre el agua. Fueron los médicos de la ciudad: Don Joaquín Gassó y Don Vicente Muñoz, los que detectaron el problema de los frecuentes dolores de estómago y diarreas que muchos de sus pacientes tenían, encontrando su causa en las aguas que llegaban a la Cueva del Fraile.

En 1834 se quiso reparar el problema poniendo un filtro, pero esto no bastó ya que por mucho cuidado que se ponía en retirar los sedimentos que arrastraban los aluviones al acueducto, nunca se evitó la descomposición de lo que caía al canal desde su nacimiento hasta la población. Ello llevo a la necesidad de cubrir todo el canal para liberar a la población de estas molestas enfermedades ocasionadas por el deterioro de las aguas encauzadas, al taparse llego la tranquilidad y el disfrute de sus aguas en la población de Cuenca.

En el siglo XVIII se embelleció la ciudad con fuentes públicas, como la de la Trinidad, era la más bonita y espaciosa que la que hubo en el rincón de los toldillos. También era de gran belleza la que hubo en la Plaza Mayor que era más trabajada que la del andén de la Catedral. La del Escardillo hasta 1840 en que fue sustituido por el lavabo de los frailes carmelitas y posteriormente emplazados el jardinillo donde se encuentra actualmente. La de la plazuela del Salvador que estuvo allí hasta 1831, fue cambiada al frente de la parroquia con un gran pilón eneágono que obstruía el paso, y la de Carretería, cerca y al frente de la Glorita de San Agustín; ofreciendo Valentín Martínez Raga dos mil reales porque se la quitaran de la inmediación de su casa, con esta cantidad se trasladó junto a la Casa Grande. La del cuartel de Milicias que se quitó en el año de 1861. La del Príncipe Alfonso, que tenía dos caños de agua del conducto general con cañería de plomo y por último la de la Cárcel, con hornacina, arco y pilón.

Estas fueron algunas de las fuentes más nombradas en este período de tiempo que sirvieron para calmar la sed y embellecer sus calles de esta ciudad de Cuenca.

Cuenca, 21 de febrero de 2019 y el 21 de febrero de 2025.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.




San Pedro Damián (1007-1072). Festividad del 21 de febrero.

  Fue cardenal-obispo de Ostia y doctor de la Iglesia. Habiendo entrado en el eremo de Fronte Avellana, promovió la vida religiosa y en los tiempos difíciles de la reforma de la Iglesia trabajó para que los monjes se dedicasen a la santidad de la contemplación, los clérigos a la integridad de vida y para que el pueblo mantuviese la comunidad con la Sede Apostólica.

Lo vemos como un fruto apasionado y terrible, apocalíptico casi, del año mil, profeta en los siglos oscuros; es un santo que visto de lejos asusta por su rigor y su ira, como un símbolo de intransigencia que reprocha con tremendos clamores del pecado del mundo, empezando por los de la Iglesia, roída por la corrupción y el concubinato.

Como siempre, de cerca su figura se humaniza. Este modelo de austeridad que en su Libro de Gomorra traza un cuadro durísimo de la moral de sus contemporáneos, es también autor de conmovidos himnos, de páginas que a través del rudo latín del siglo XI todavía transmiten un temblor de ternura. Y en su propia vida la que le muestra sometido por obediencia a deberes que estaban muy lejos de su ideal.

Que era la soledad de un monasterio, como el camaldulenso de Fonte Avellana, por una de cuyas celdas renunció a la reputación de famoso profesor en Parma. Pero su saber y sus virtudes le fueron empujando a muchas actividades, fue prior, reformó la orden, hizo nuevas fundaciones, y aquel hombre con vocación eremítica se vio convertido por orden del papa en cardenal-obispo de Ostia y en legado pontificio.

Instrumento reformador de diversos papas (con quienes las relaciones no siempre fueron apacibles), tuvo que intervenir en problemas de alta política eclesiástica, viajar mucho, predicar, ser consejero de reyes, escribir sobre una multitud de temas de teología y moral (León XII le declaró doctor de la Iglesia).

Con Gregorio VII se plantó: basta de política, de cismas, pleitos monásticos y mundanidades, le dejaran o no él siempre volvía a su celda en Fonte Avellana. Años después aún tuvo que ir a Alemania por el divorcio de un rey y reconciliar a su Rávena natal con el Pontífice. Murió en el camino de vuelta, refugiándose en el monasterio de Santa María de los Ángeles, en Faenza (Favencia) en 1072,(él, tan mariano, que extendió la práctica de la consagración de los sábados a la Virgen), abrazando por fin una paz inasequible por la dureza del servicio que se le pedía. Fue venerado inmediatamente como santo y su culto fue reconocido en 1828 por el Papa León XII, que también lo proclamó doctor de la Iglesia por sus numerosos escritos de contenido teológico.

Publicado en Cuenca, 21 de febrero de 2021 y el 21 de febrero de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.


miércoles, 19 de febrero de 2025

San Euchério (Euquerio), Obispo (690-738). Festividad del 20 de febrero.

   San Euchério, uno de los más santos Prelados de la iglesia de Francia, florecía en el octavo siglo, así por el resplandor de su eminente virtud, como por su fervoroso celo en promover la disciplina eclesiástica. Nació en Orleans hacia el año 690, de una de las familias más notables de aquella ciudad. Su madre era una señora de singular virtud, y de costumbres tan arregladas, que tenía pocas imitadoras.

Volviendo una noche de la iglesia, donde había asistido a maitines, se retiró a su cuarto y tuvo un sueño que la consoló mucho. Se le apareció un ángel y después de haberla alabado la devoción y la frecuencia con que asistía a los divinos oficios, le anunció que el hijo de que estaba preñada sería hijo de bendición, y con el tiempo un santo obispo.

El nacimiento de aquel querido hijo regocijó extraordinariamente a toda la familia. Enterados todos de la visión de la madre, se preguntaban unos a otros: ¿Qué cosa será este niño con el tiempo?

El deseo de no perdonar a medio alguno que contribuyese a proporcionar las grandes esperanzas que habían concebido de él, movió a sus padres a suplicar a San Amsberto, Obispo de Autun, cuya fama de santidad volaba entonces por toda la Francia, que se dignase hacerles la honra de bautizarlo.

A la edad de siete años le pusieron a estudiar, como tenía mucho ingenio y era dócil en poco tiempo hizo admirables progresos, distinguiéndose en las letras humanas y en las artes. Estudió de joven teología y los sagrados cánones, de manera que en poco tiempo fue correspondiente a su virtud su sabiduría. 
A este joven la lectura de san Pablo le cambió la vida: "La sabiduría del mundo es necesidad ante Dios", hay que invertir, pues, el orden de valores, lo que todos aprecian no vale nada, y lo que desdeña como vil, renunciar a las cosas por el amor más alto que no se ve, es el camino de la eternidad. Por eso Euquerio se hizo monje en la abadía normanda de Jumièges.

Fue tan grande la luz de su santa vida y la opinión que todos tenían de él, dice un hagiógrafo, que a la muerte de su tío Suavarico, Obispo de Orleáns, el pueblo le eligió para sucederle, y ante su resistencia tuvo que intervenir  el príncipe Carlos Martel, cuya autoridad le obligó a aceptar, aunque no sin desconsuelo, pues lloraba copiosamente al ser consagrado.

Fue un bien obispo, y por serlo se opuso a las pretensiones de Carlos Martel, quien expoliaba a la Iglesia para atender las necesidades de sus campañas; el choque entre ambos acabó con el destierro de Euchério, primero en Colonia y luego en Lieja, siempre rodeado de una inmensa veneración, y finalizando su vida en un monasterio benedictino.

Fue su dichoso tránsito el día 20 de febrero del año 743, y en poco tiempo ilustró el Señor la gloria de su sepulcro con muchos milagros. Lo enterraron en la iglesia de San Tron, y casi desde entonces se comenzó a celebrar su fiesta. Ciento treinta y siete años estuvo su santo cuerpo en la sepultura, hasta que en el año 880 fue elevado de la tierra, juntamente con el de San Tron, y expuesto en lugar eminente a la pública veneración. La incursión de los Normandos, que sucedió el año siguiente, obligó al Obispo Francon a ocultar los dos cuerpos en la gruta donde hoy son reverenciados. Se venera en una rica urna todo el cuerpo de San Euchérico, a excepción de un hueso que en el año de 1606 se dio a la santa iglesia de Ordeans.

Publicado en Cuenca, 20 de febrero de 2021 y el 20 de febrero de 2025.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

El misterioso templo de san Pantaleón de Cuenca.

 Para quien recorre la calle de san Pedro no le pasa desapercibido el arco apuntado que queda a la derecha con rejas de hierro y apoyado en dos columnas erosionadas por el tiempo, en la que en el capitel de una de ellas, apenas se aprecia, a un caballero alanceando a un dragón.

Capitel historiado de San Pantaleón (Cuenca)

El templo de san Pantaleón data del siglo XIII y según la tradición perteneció  a la Orden de los Pobres Caballeros de Cristo del Templo de Salomón, aquellos antiguos Templarios que ayudaron a Alfonso VIII en la conquista de Cuenca.

San Pantaleón (Cuenca)

¿Por qué el nombre de San Pantaleón? Aunque en sus narraciones y tradiciones haya muchas leyendas, como suele ocurrir con todos los santos más populares, es indiscutible su culto antiquísimo y la devoción de todos los pueblos; lo cual muestra la gran santidad y eficaz intercesión del San Pantaleón en esta ciudad al tener un templo en su honor.

Eran los principios de la Cuenca cristiana y el tener a la ciudad bajo su protección sería todo un logro. Pantaleón era un médico pagano que debió su conversión al cristianismo por el trato con un sacerdote llamado Hermolao, el cual le explicó que el autor de la vida y de la salud era Jesucristo. Pantaleón quiso probar la verdad del Evangelio, invocando el nombre de Jesús ante un niño que había muerto por la picadura de una víbora. El niño resucitó y Pantaleón recibió el bautismo. La curación de otro joven hizo que también su padre Estorquio abrazara la fe. Acusado por alguno de sus colegas médico, como cristiano fue detenido por el emperador Maximiano en Nicomedia quien lo mandó decapitar por no renegar de su fe.

San Pantaleón.

Su culto se hizo muy popular por todo Oriente en el siglo IV, de allí paso a Roma donde se edificaron varias iglesias en su honor. Hay reliquias de él por Francia, Alemania, Italia y España. Es en Madrid en el Real Monasterio de lis Austrias donde se guarda las reliquias, un trozo de hueso junto con una ampolla de sangre que se licúa en la víspera del aniversario de su muerte, el 27 de julio. Muchos son los estudios que se han realizado para dar una respuesta a este fenómeno sin encontrar razón humana que lo explique, por ello la Iglesia lo definió como el “Milagro de su Sangre”.

Después de ocho siglos de su construcción volvió a estar en el orden del día de Cuenca por las obras de reurbanización de la calle de Julián Romero, poniéndose al descubierto en el año 2009, una verdadera necrópolis en la pequeña calle del gran obispo D. José Guerra Campos, ese espacio, donde aparecieron los restos, hasta el siglo XV, fue una de las naves laterales de la iglesia de San Pantaleón. En estos trabajos arqueológicos se sacaron a la luz 23 fosas con restos entre 140 y 150 personas enterradas entre los siglos XIII y XVI.

Muro del Este de la antigua iglesia de San Pantaleón (Cuenca)

En el suelo del Templo también fueron halladas tumbas, ya que durante el Medievo, el interior de la iglesia y los alrededores (posiblemente el cementerio que poseía cada Templo) eran los lugares habituales de enterramiento en las costumbres cristianas.

Esto se prolongó hasta el siglo XVIII que las autoridades, viendo el peligro que entrañaba la descomposición de los cuerpos dentro de los centros urbanos, determinaron habilitar un cementerio fuera de la ciudad para garantizar la salud pública.

Es en este siglo XVIII cuando el templo cambió de nombre, pasándose a llamar “San Juan de Letrán”, acondicionándose los muros laterales y la cabecera. En el siglo XIX, concretamente en el año de 1874 fue cuando se desmanteló y sirvió de barricadas durante la tercera guerra carlista quedando inservible como templo, y en nuestro tiempo, por el año de 1998 se habilitó como un espacio especial, colocándose en su interior la figura de Federico Muelas.

Este templo en sus mejores tiempos constaba de tres naves separadas por pilares que servían de sostén a arcos apuntados como el que se conserva en su entrada principal decorado con ricas figuras. Se puede apreciar un capitel figurativo e historiado, concretamente el derecho de la portada, con temas caballerescos. A finales del siglo XV y principios del XVI cuando fue reducido a una sola nave por la proximidad de la nueva Iglesia de San Nicolás. La superficie que abarcaba se extendía, por el Norte hasta cerca de San Nicolás y por su parte Sur cerca de la Catedral. También por estas fechas se reformó la cabecera, añadiéndose el actual vano de medio punto que se aprecia en el lado Este.

Portada libro "Legado de Embrujo y Leyenda"
Obra María de los Ángeles Clemente Sánchez.
Estas sublimes ruinas no las he querido dejar pasar por su significado histórico para la ciudad, sirviendo de portada en mi última obra: “Legado de embrujo y leyenda”, donde se mezcla la historia con la leyenda, los amores con los desafectos y donde se puede palpar con un lenguaje sencillo y accesible, la historia pasada y presente de nuestra amada Cuenca.

Cuenca, 21 de febrero de 2022. Actualizado el 20 de febrero de 2025.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.