El
26 de julio se celebra su festividad.
Los abuelos son esas personas
entrañables que dan todo por sus nietos, aquellos que hemos tenido la suerte de
disfrutarlos sabemos muy bien lo fácil que nos han hecho nuestra existencia
durante los años que hemos podido tenerlos y disfrutarlos.
Altar de Santa Ana Catedral de Cuenca |
Hoy hablamos de la abuela de
Jesús de Nazaret, la madre de María. Son muchos los lugares en donde la vemos
representada en la Catedral conquense, como es el Altar Mayor y en varias
capillas de la Girola está representada por pasajes de su vida. Existe un retablo,
junto a la capilla del Obispo, dedicada
a Santa Ana. El retablo procede de la ermita de Santa Ana, trasladado aquí en
el siglo XVIII al hundirse la ermita. Esta tiene su origen en la epidemia de
peste bubónica que asoló Cuenca en el año 1285. Los habitantes de Cuenca acudieron
a su mediación para que los afectados sanaran. El actual retablo y la pintura
en lienzo sobre tabla, está fechada por el año 1400 y es de estilo gótico.
Si reconstruimos el árbol genealógico
podemos observar que Matán y Emerenciana fueron los padres de Ana, nombre
conocido en hebreo y árabe como Hannah, eran descendientes del rey David y de
Leví. Matán, padre de Ana, era natural de Belén y se dedicaba al pastoreo de
ovejas. Ana nació de su segundo matrimonio, pues Joaquín casó en primeras
nuncias con Estha que murió tras haber dado a luz a Santiago y Matán se casó de
segundas nuncias con Emerenciana que fue la madre de Ana, ambos pasaron más de
veinte años sin descendencia.
Del culto a Santa Ana se tiene
conocimiento hasta el siglo IV ya que Justiniano I construyó una iglesia
dedicada a la advocación de Santa Ana en Constantinopla sobre el año 710. En
Occidente no llegó hasta finales del siglo XIII. La primera representación de
la imagen de Santa Ana se halló en la Iglesia de Santa María en Roma, es una
pintura del siglo VIII con una gran influencia bizantina. Su celebración data
de 1378 que Urbano VI la introdujo en Inglaterra y a partir de entonces se
extendió por todo Occidente pasando a la Iglesia Universal sobre el año 1584.
Todo lo que se conoce sobre Santa
Ana procede del Protoevangelio de Santiago, estos evangelios apócrifos se
conocen gracias al descubrimiento de varios manuscritos en la biblioteca
gnóstica de Nag-Hammadi, en el Alto Egipto, actualmente es posible conocer algo
más de estos evangelios gracias a este hallazgo que tuvo lugar en el año de
1945 y que por los azares de la vida llegaron a mis manos una copia de las
muchas que se publicaron en varios idiomas.
Les voy a trascribir los
capítulos IV y V del Protoevangelio de Santiago que habla sobre la figura de
Santa Ana:
IV (1.) “Y he aquí que un ángel
del Señor apareció ante ella y le dijo: “Ana, Ana, el Señor ha escuchado y
atendido tu súplica. Concebirás y darás a luz y se hablará de tu descendencia
en toda la tierra”. Y Ana dijo “(Tan cierto como) el Señor mi Dios está vivo,
si traigo un hijo al mundo, sea varón o sea hembra, lo llevaré como ofrenda al
Señor, mi Dios, y permanecerá a su servicio todos los días de su vida”.
(2.) Y he aquí que llegaron a
ella dos mensajeros y le dijeron: “Joaquín, tu marido, viene a ti con sus
rebaños. Porque un ángel del Señor ha descendido hasta él, diciéndole:
“Joaquín, Joaquín, el Señor Dios ha escuchado tu plegaria. Vete de aquí, porque
tu mujer, Ana, concebirá en su seno”.
(3.) Y Joaquín partió y llamó a
sus pastores, diciéndoles: “Traed aquí tres corderos sin mácula y serán para el
Señor, mi Dios; y doce terneros cevados, y serán para los sacerdotes y para el
Consejo de Ancianos; y cien cabritos, y serán para todo el pueblo”.
(4.) Y he aquí que Joaquín llegó
con sus rebaños, y Ana, que le esperaba a la puerta de su casa, le vio venir y
corriendo hacia él, le echó los brazos al cuello, diciéndole: “Ahora sé que el
Señor, mi Dios, me ha colmado de bendiciones, porque era viuda y ya no lo soy,
estaba sin hijos y voy a concebir uno en mi seño”. Y Joaquín descansó aquel día
en su casa.
V (1.) Al día siguiente presentó
sus ofrendas, diciendo para sí mismo: “Si el Señor mi Dios me es propicio, me
concederá que vea la Lámina (de oro) del (Sumo) Sacerdote. Y una vez que hubo
presentado sus ofrendas, fijó su mirada en la lámina (de oro) del (Sumo)
Sacerdote, cuando éste ascendía al altar, y no notó mancha alguna en sí mismo.
Y Joaquín dijo: “Ahora sé que el Señor me es propicio y que me ha perdonado
todos mis pecados”. Y descendió justamente al templo del Señor y regresó a su
hogar.
(2.) Y los meses de Ana se
cumplieron, y al noveno dio a luz. Y ella preguntó a la comadrona: “¿Qué he
parido?”. Y la comadrona respondió: “una niña”. Y Ana repuso: “Mi alma se ha
glorificado en este día”. Y acostó a la niña en su lado. Y, transcurridos los
días legales, Ana se lavó, dio el pecho a la niña y le dio el nombre de María.
Así es como relata los hechos el Protoevangelio de Santiago. Como estudioso de
la iconografía diré que Ana puede reconocerse por la larga túnica, generalmente
de color rojo y un manto que le cubre la cabeza, a menudo sostiene un libro.
Otra manera de representarla es en compañía de una niña pequeña que
representa a María quien sostiene, a
veces al Niño Jesús en brazos, esta representación asemeja a la Santísima
Trinidad. Otros temas de representación iconográfica es el encuentro de la Puerta
de Oro de Jerusalén que se abrazan San Joaquín y Santa Ana, así mismo la
anunciación del ángel por separado a San Joaquín a Santa Ana, el nacimiento de la Virgen, el
Matrimonio de la Virgen son parte del ritual artístico que poseemos en
diferentes capillas de nuestra catedral como el retablo de la capilla del Pozo,
en la capilla del Socorro y en la capilla de la Asunción vuelven a repetirse
las escenas.
Santa Ana es la patrona de las
mujeres trabajadoras, de los mineros que comparan a Cristo con el oro y con la
plata de María.
Felicidades a las Ana en su
festividad.
Publicado en Cuenca, 26 de julio de 2017 y 26 de julio de 2024.
Por: José María Rodríguez González.
Profesor e investigador histórico.
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