lunes, 29 de julio de 2024

San Abdón y san Senén. Festividad del 30 de julio.

Las Actas de estos dos Santos mártires de la persecución de Decio (249-251) tienen interpolaciones y circunstancias comunes a otros mártires. Nos pintan a los dos Santos valientes y caritativos en tiempo de persecución. Visitan las cárceles, las casas particulares, exhortando, aliviando y socorriendo con limosnas.
Delante de Decio y de su prefecto confiesan firmemente la fe cristiana. Son azotados con látigos que tienen los extremos incrustaciones metálicas y de huesos; son expuestos en público anfiteatro a los osos y leones, que los respetan como si fuesen mansos corderos. Al fin perecen al filo de la espada. Sus cadáveres fueron expuestos al público tres días enteros, delante de la estatua del Sol, cerca del anfiteatro Flavio. Esto es lo que dicen sus Actas. Con ellos y los monumentos antiguos podemos reconstruir la historia.
Todos los Martirologios convienen que padecieron en tiempo del emperador Decio; por tanto, a mediados del siglo III. También es cierto que eran dos personajes nobles, naturales de Persia. Habían venido a Roma, bien como prisioneros o rehenes de guerra en tiempo de Gordiano o Filipo, predecesores de Decio. También pudieron haberse establecido en Roma como comerciantes orientales. Su  martirio es también innegable, como su sepultura en el cementerio de Ponciano, junto a la Vía de Porto.
Un fresco, probablemente del siglo VIII, tal vez contemporáneo de la redacción de sus Actas, nos presenta a los dos Santos en el baptisterio del cementerio de Ponciano, con sus vestidos orientales: gorro frigio, larga capa con capuchón, que se abre sobre una túnica de piel. Está escrito el nombre de los dos Santos. También, y a su lado, se ve al mártir san Vicente y a otro desconocido llamado Milix. Esta pintura representa la coronación de los cuatro mártires por Cristo, como Rey que pone las insignias del valor militar a sus mejores soldados.
Roma profesó siempre gran devoción a estos Santos. Como las Actas cuentan que sus cuerpos fueron expuestos delante de la estatua del Sol. En la Edad Media se levantó allí, frente al Coliseo, una iglesia en honra suya, que perduraba todavía en tiempo de San Pío V.
Antiguamente en el Gregoriano tenían hasta Prefecio propio, muy devoto. San Abdón y San Senén, se dice, son del número de los Santos, escogidos por Dios desde toda la eternidad para mostrar al mundo la luz de la verdad. Llenos del Espíritu Santo vencieron  en la fragilidad de su carne el terror de la muerte. Dios los colocó en el prado de la Iglesia y han florecido en ella como rosas y lirios, que en el martirio por la fe se cubrieron de la púrpura de la sangre de Cristo, y al recibir el premio de su victoria, vistieron la blancura de los bienaventurados.

    Publicado en Cuenca. 30 de julio de 2020 y el 30 de julio de 2024.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES CONSULTADAS:
-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.



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