miércoles, 17 de julio de 2024

Arde Roma. Efemérides del 18 de julio.

Tal día como hoy, comenzaba el incendio más conocido del Imperio Romano.
La noche del 18 al 19 de julio del año 64 de nuestra era, reinando el emperador Nerón, se produjo un incendio en Roma que duro unos seis días. El historiador Tácito es quien nos cuenta los hechos. Según Tácito cuatro de los catorce distritos de Roma ardieron y otros siete quedaron dañados, tal fue la virulencia del incendio que no se libro el templo de Júpiter ni el hogar de las vírgenes Vestales. Las Vestales eran vírgenes seleccionadas por el Pontífice Máximo a la edad de seis a diez años. Su mayor responsabilidad era mantener encendido el fuego sagrado del templo de Vesta, situado en el Foro Romano por lo que tenían restringidos sus movimientos.


El incendio se declaró en el área del Circo Máximo, el viento propagó las llamas sembrando el terror entre la población. Un segundo foco se desató en el barrio Emiliano, en una finca de Ofonio Tigelino, prefecto del pretorio y mano derecha de Nerón.
Tras ver la magnitud del incendio, describe Tácito, que Nerón se sentó y tocó alegremente el violín mientras Roma ardía.
Aprovechando el incendio Nerón inició un reforma urbana, en virtud de la cual los edificios a reconstruir debían guardar una cierta distancia de seguridad entre ellos, deberían estar construidos en ladrillo y con la fachada principal porticadas.

No está claro quién o qué causó el incendio, si fue intencionado o causado accidentalmente. Según Tácito, poco después el pueblo comenzó a culpar al mismo Nerón. Según este historiador Nerón abrió los jardines de Lúculo y de Mecenas a los afectados por el incendio y trató de paliar su precaria situación distribuyendo alimentos.
Pronto se plantearon el buscar a un culpable de tal magno desastre y Nerón queriendo desviar las culpas que le acechaban, aún estando ausente de Roma cuando se inició el incendio, centró su visión de culpabilidad sobre el grupo de cristianos o judíos radicales. Nerón condenó a los cristianos a ser arrojados a las fieras, los hizo crucificar y los quemó para  que sirvieran de antorchar nocturnas.
Por su parte se hizo construir un nuevo palacio conocido como la Damus Aurea (Casa de Oro) diseñada por los arquitectos Severo y Céler y cuyo lujo y tamaño alcanzaron dimensiones proverbiales.

Publicado en Cuenca, 18 de julio de 2019 y 18 de julio de 2024.

Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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