Nació cerca de
Teano, en el Abruzo (Italia), y de joven siguió la carrera militar. Como ocurre
en la juventud, se dejó arrastras por los vicios. Tras una enfermedad sufrió un
cambio de vida, entregándose al cuidado de enfermos incurables hospitalizados,
a los que se esforzaba en servir como al mismo Cristo. Ordenado sacerdote, puso
en Roma los fundamentos de la Congregación de los Clérigos Regulares Ministros
de los Enfermos.
¿Cómo fue el
cambio de actitud en su vida? Hacia los 20 años una úlcera en la pierna le
hacer recalar en el hospital romano de San Giacomo, y como era pobre pagaba
sirviendo en el mismo hospital como enfermero; hasta que le echaron de allí por
pendenciero y jugador –los naipes eran su perdición-, y otra vez renqueando se
fue por tierras y mares ganándose el pan con la guerra.
De nuevo la
llaga, “una caricia divina”, le hizo interrumpir
esta existencia errante, por dos veces quiere hacerse capuchino, pero nadie se
fiaba de él, y hacen bien, solo y desnudo ante sí mismo, decide cambiar para
dedicarse a Dios y al servicio del prójimo.
Vuelta a San
Giacomo, donde ahora se desvive por los enfermos; por su abnegación le nombrar
mayordomo y atrae a varios compañeros que le secundan en obras de caridad y de
piedad. Ya en la treintena, cuando en el hospital le miran con desconfianza por
su celo excesivo, estudia para sacerdote, se ordena y, venciendo mil
obstáculos, entre ellos el de su escasa salud, funda una congregación, los
llamados “camilos”.
Hasta su
muerte, él y los suyos cuidarán enfermos en la iglesia de la Madalena, cerca
del Panteón, cuando no recorre Italia atendiendo a los apestados, visitando
cárceles y dedicándose a los moribundos. Hombre sencillo y sin grandes luces,
con la testarudez que le distingue, no tiene más guía que la solicitud heroica
y práctica; se lo juega todo a la carta del amor de Dios, quien le recuerda su
llamada y su fidelidad en una dolorosa úlcera que jamás va a cerrarse.
Murió el 14 de
julio de 1614, a los 64 años y fue canonizado por el Papa Benedicto XIV en el
año 1614.
Publicado en Cuenca, 14 de
julio de 2020. Actualizado en 14 de julio de 2024.
Por: José María
Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES
CONSULTADAS:
-Año
Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La
casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J.
Madrid. 1961.
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