Se cree que
nació en Nola en el siglo III, en el seno de una familia adinerada siria que
había emigrado a Italia por cuestiones de trabajo.
Se conoce su
historia gracias Paulino de Nola por los poemas que le dedica, escritos entre
los años 395 y 409. Es también conocido por los escritos sobre él, de San
Agustín y San Gregorio de Tours y es también grato decir que el Papa San Dámaso
le dedicó un poema.
Cuentan sus
biógrafos que Félix era sacerdote en Nola, cerca de Nápoles y durante la
persecución de Decio fue encarcelado hasta que un ángel rompió sus cadenas.
Cuenta su
biógrafo, sobre este hecho, que cuando fue detenido por los soldados, fue
azotado, encadenado y metido en una celda, pero un ángel se le apareció y lo
liberó de sus cadenas para que ayudase al Obispo Máximo que estaba enfermo.
Dicen que las caderas cayeron y las puertas se abrieron y el Santo pudo salir,
los soldados cuando se dieron cuenta de lo sucedido salieron en su persecución.
Félix se escondió en una cueva y una araña tejió una tela sobre la entrada, de
esta forma cuando llegaron los soldados y vieron que la entrada de la cueva
estaba tapada con la tela de araña no miraron en su interior, y así Félix pudo
escapar. Su persecución finalizó al año siguiente y pudo volver a sus tareas
después de haber estado escondido seis meses en un pozo seco.
Liberación de San Félix por un ángel. |
Aunque sin duda lo más atractivo de San Félix está en el
último episodio de su vida, cuando cesan las persecuciones, porque es cuando
manifiesta una humildad y una sencillez que nos conmueve más que sus milagros. Al morir el Obispo Máximo
quieren que sea él quien lo sustituya y Félix se niega, le dicen que puede
reclamar sus bienes y se niega también, ya que no quiere recuperar lo que
perdió por Cristo.
Así, el que había
estado a punto de ser mártir y era ya famoso por sus milagros, hasta su muerte
sigue siendo un presbítero pobre sin ninguna distinción, porque le gustaba pasar
inadvertido viviendo con toda naturalidad para el servicio de las buenas gentes
de Nola, feliz, como su nombre indica, de ser un sacerdote más.
Su fiesta se
celebra hoy, el 14 de enero y los campesinos de Nola lo invocan como protector
del ganado. Cinco iglesias fueron construidas en su honor en los alrededores de
Nola, en donde son guardados sus restos. Existen también algunas reliquias en
Roma y Benevento. San Paulino, quien fue portero de una de esas iglesias,
testificó sobre las numerosas peregrinaciones en honor a San Félix.
Los poemas y
cartas de Paulino sobre Félix, son las fuentes de la cual San Gregorio de
Tours, el Venerable Beda y el Padre Marcelo, escribieron las biografías de San
Félix de Nola.
Publicado en Cuenca, 14 de
enero de 2021 y el 14 de enero de 2024.
Por: José María
Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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