Fue Obispo de
Zaragoza, maestro de San Vicente Mártir y confesor de la fe cristiana. Es el
Patrón de la ciudad de Zaragoza, en la cual se veneran sus reliquias desde el
siglo XII.
Se sabe que
murió el 29 de enero del año 315. Durante su vida sufrió la persecución del
emperador romano Diocleciano por difundir la fe cristiana abiertamente y tras
ser sometido a juicio fue desterrado a un pueblo del Pirineo, Barbastro, donde
murió.
San Velero |
Su historia
tiene parte de leyenda y de realidad aunque se conservan algunos escritos y también
los testimonios del poeta romano Prudencio que fue su biógrafo.
San Valero de
Zaragoza está acreditado que asistió como obispo de la ciudad, al cónclave
celebrado en Granada, en el año 306. También sabemos que nació en la familia
consular de los Valerios, de la alta sociedad, y fue un hombre longevo,
muriendo muy anciano.
Se dedicó a
difundir la fe cristiana abiertamente, con su diácono Vicente, lo que le
acarreó problemas, pero él no desistió en su empeño de ayudar a los perseguidos
y difundir el cristianismo, que el emperador Diocleciano quería erradicar.
Ambos fueron detenidos y condenados en juicio. Parece que fue San Vicente quien
habló en la defensa de ambos, y fue él el torturado convirtiéndose en mártir,
mientras que a San Valero no se le torturó.
En la fiesta
de San Valero, en Zaragoza es tradición la degustación de roscones. Desde 1992
se viene celebrando el reparto de un roscón gigante en la conocida Plaza del
Pilar, muy cerca de la Catedral del Salvador de Zaragoza, popularmente conocida
como La Seo, donde reposan las reliquias de San Valero. Este roscón gigante
suele medir aproximadamente un kilómetro de longitud con una tonelada de peso,
y se forman largas cosas para su reparto y degustación.
Roscón de San Valero en Zaragoza. |
Publicado en Cuenca, 29 de
enero de 2020 y el 29 de enero de 2024.
Por: José María
Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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