Es también
conocido con el nombre de Pablo de Tebas. Está considerado como el primer
ermitaño y así lo refleja en su pintura José de Ribera (1640) que puede ser
apreciada en el Museo del Prado.
San Pablo el ermitaño. Obra de José Ribera (1640) Museo del Prado |
Así le llama San
Jerónimo, su primer biógrafo: “Príncipe de la vida eremítica”, fue origen y modelo de todos los ermitaños de la
cristiandad. Después de la era de los mártires, los que ansían la perfección
eligen el desierto, y la Tebaida, en Egipto, es uno de los lugares predilectos
de estos solitarios.
Parece que era
de Tebas, nacido a orillas del Nilo de una familia cristiana, y cuando contaba
nos 20 años la persecución de Decio
le empujó al desierto, en el que acabó adentrándose hasta encontrar cierta
caverna en una montaña blanca, un refugio muy escondido donde tiempo atrás se
fabricó moneda falsa.
Allí se
instaló para siempre, vestido con una túnica de hojas de palmera, alimentándose
de frutos de este árbol y bebiendo el agua de un arroyo de las cercanías. En la
soledad más absoluta, muerto para los hombres, rezaba y meditando frente al
misterio de Dios que llenaba toda su existencia.
Refiere San
Jerónimo que así transcurrieron muchísimos años, hasta que ya de edad avanzada,
centenario tal vez, recibió la insospechada visita de otro anciano, San Antonio
abad, a quien Dios había revelado en sueños que vivía en el desierto otro
ermitaño que era un tesoro de virtud.
Al principio, Pablo
hace oídos sordos a su llamada, pero al fin se abrazan reconociéndose a pesar
de no haberse visto nunca, y sostienen coloquios espirituales mientras un
cuervo diariamente le trae medio pan al ermitaño, aquel día lleva en su pico
ración doble.
Encuentro de San Pablo el ermitaño San Antonio.
Obra de Velázquez (1634) Museo del Prado.
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Pablo no tarda en morir y es Antonio quien le entierra con la
ayuda de dos leones que cavan su fosa. Así Velázquez pintó ese momento de
encuentro fraternal, como un éxtasis sobre un fondo bello y grandioso de peñas
graníticas.
Publicado en Cuenca, 15 de
enero de 2021 y el 14 de enero de 2024.
Por: José María
Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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