jueves, 20 de junio de 2024

San Luis Gonzaga (1568-1591). Festividad del 21 de junio.

    Le tocó luchar contra la pandemia de Roma de 1591, de la que se contagió.

Primogénito de una familia nobilísima, su padre era príncipe y marqués de Castiglione, su madre dama de honor de la reina Isabel de España, desde su niñez está destinado a lo más alto, se le adiestra para mandar y ser un gran capitán, sin olvidar le lujo y el saber –exaltante lecturas de Plutarco y Séneca- que convienen a un noble de esta Italia guerrera, fastuosa y humanista.

Pero cuando se le lleva de corte en corte, incluso a la de Felipe II de Madrid, el joven Gonzaga se descubre a sí mismo ajeno a aquellos entusiasmos mundanos: entre las galas finales del Renacimiento es una figura delicada y espiritual, exigente consigo mismo, que muy pronto hace voto de castidad y a los dieciséis años quiere ser misionero.

Más de cuatro años estuvo luchando con su padre por entrar en la Compañía de Jesús. Al fin venciendo la dura oposición paterna, en Roma es modelo de novicios jesuitas, a la edad de 16 años, renunciando al mundo que tenía a sus pies por su cuna, frágil y obstinado asombra con sus santidad a todos los que le conocen y después de un heroico comportamiento durante una epidemia de peste de 1591, muere muy joven, como el polaco Estanislao de Kotchka y el brabanzón Juan Berchmans, los otros dos donceles de la Compañía.

El 21 de julio de 1604, la madre podía venerar como Beato a su primogénito, Dejó una corona y Dios le dio la de los Santos. La Beatificación la realizó el Papa Paulo V y la canonización el 13 de diciembre de 1726 por Benedicto XIII, quien lo declaró patrón de la juventud, título confirmado por Pío XI el 13 de junio de 1926. Su fiesta la celebramos hoy, 21 de junio.

Este santo nos trae al presente, a la pandemia que hoy estamos soportando. San Luis Gonzaga se lo llevó la pandemia de 1591 que hizo estragos en Roma, causando miles de muertos entre ellos loa papas: Sixto V, Urbano VII y Gregorio XIV. San Luis atendió con heroísmo a los apestados en S. Giocomo degli Incurabili, en San Juan de Letrán, en Santa María de la Concepción, y en el hospital improvisado junto a la Iglesia de Gesú, donde contrajo la enfermedad. De esta forma, contagiado moría a los 23 años. Que él desde el Cielo ruegue por nosotros y nos ayude a salir de esta pandemia que como aquella no dura cuatro días sino más que meses o años.

Publicado en Cuenca, 21 de junio de 2020. Actualizado el 21 de junio de 2024.

Por José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:
-Año Cristiano para todos los días del año. P. Juan Croisset. Logroño. 1851.
-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.

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