sábado, 10 de octubre de 2020

El Obispo de Poyatos (Cuenca). Efemérides conquenses del 12 de octubre.

     El día 12 de 1558 es trasladado desde Valladolid a la Catedral de Cuenca, el cadáver del ilustre Sr. D. Miguel Muñoz: “Prelado pío y recto, nacido en Poyatos (Cuenca) Obispo de Cuenca, que de pastorcillo, por su talento y virtud, llegó a obispo, presidente de la Chancillería de Valladolid.

Iglesia de Poyatos (Cuenca)

D. Miguel Muñoz, fue Obispo de Cuenca. La oscuridad, la miseria y el olvido habrán sido la suerte del XXXVII obispo de Cuenca, si la Providencia no le depara un protector: como sus padres Alonso Sánchez Muñoz y Catalina Guijarro, habrían vegetado tristemente en su pueblo natal, Poyatos, labrando un rocho o pastoreando alguna veintena de ovejas, si no parara por el referido pueblo el sabio y caritativo bachiller D. Gonzalo de Cañamares, canónigo de esta santa iglesia, y descubriera con su ojo avizor en el niño Miguel Muñoz un grande ingenio al través de su candorosa vivacidad.

D. Gonzalo de Cañamares fue el fundador del colegio de Monte Olivete en Salamanca y quiso que este niño de la serranía de Cuenca, accediera a él con una beca, cursando los primeros estudios con gran aplicación. De aquí paso al colegio mayor de San Bartolomé y salió tan aventajado en ambos en los estudios de derecho que en 1521 fue nombrado juez metropolitano y oidor de la Chancillería de Granada.

Después de desempeñar airosamente cuantos cargos se le otorgó, pasó a ser obispo de Cuenca en 1449 y asistió en esta diócesis todo el tiempo que le permitían sus ocupaciones. Fundó y dotó en esta catedral unas capellanías para sacerdotes de su linaje; reedificó la iglesia parroquial de Poyatos, y estableció un pósito de mil fanegas de trigo para recursos de sus paisanos.

Llamado  Valladolid al desempeño de la presidencia, murió en aquella ciudad el 13 de septiembre de 1553, y su cadáver fue sepultado en el convento de Santa Clara de religiosas franciscanas, y el 12 de octubre de 1558 fue trasladado a esta iglesia catedral. En su sepulcro, en la capilla mayor, se le colocó este epitafio: “Michaeli Muñoz, Antistili Conchensi, supra hominum fidem humilimo Vallisoletano quondam praeside dignísimo et aequissimo. Obiit feliciter in Christo, 63 anno aetatis suae, idus septtembris 1553”.

Cuenca, 12 de octubre de 2020.

José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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