Uno de los más importantes y gloriosos en la historia de la Iglesia es el Pontificado de san Calixto I, pero su figura luminosa está envuelta en un halo de oscuridad y niebla, que levanta las acusaciones y envidias de sus adversarios, Tertuliano y, sobre todo, Hipólito Romano, el autor más probable del libro llamado Filosofúmena. Mientras este libro denigra y rebaja cuanto puede el nombre de san Calixto, el libro Pontifical lo ensalza y pone al nivel de los más grandes Papas.
Calixto nació en Roma, y fue hijo de Domicio, descendiente de una de aquellas familias convertidas a la fe de Jesucristo. Fue agregado al clero romano, y se distinguió en él tanto por su eminente virtud, profunda erudición, caridad y celo, que después que padeció martirio san Ceferino, el día 20 de agosto del año 218, fue elevado a una voz y de común consentimiento, algunos meses después, a la silla apostólica.
Al verse libre de Heleogábalo, en el 222, Roma y el Imperio gozó de cierta paz con su sucesor, Alejandro que concedió a los cristianos mayor libertad para ejercer su religión. La madre del Emperador, Mamea, era cristiana y éste estaba tan unido a ella que en ocasiones favorecía a los cristianos. Esto se verificó en un pleito entre los cristianos y taberneros de Roma, sobre cierto sitio que estos pretendían para poner en él una taberna, y los cristianos deseaban el sitio como lugar de reunión. El Emperador se lo adjudicó a los cristianos, respondiendo: “mejor es que en él sea adorado Dios, sea como fuere, que el que le ocupe un tabernero”.
San Calixto edificó en aquel sitio una Iglesia en honor del Parto de María Santísima, por ser antigua y constante tradición que en el instante que nació Jesucristo, brotó allí una copiosa fuente de aceite. Se llamó esta iglesia Ntra. Sra. trans Tiberim, y desde aquel tiempo comenzaron los cristianos a tener Iglesias públicas a vista de los gentiles, con permiso de los magistrados. Por el mismo tiempo mandó fabricar san Calixto en la Vía Apia aquel famoso Cementerio de su nombre, en el que están enterrados hasta 164.000 mártires, y entre ellos 46 papas.
San Calixto coronó su vida con el martirio, como buen pastor, que da la vida por sus ovejas. Según la tradición más segura, murió en una revuelta popular contra los cristianos y fue arrojado a un pozo. Después le dieron honorífica sepultura en el cementerio de Calepodio, en la Vía Aurelia, cerca del lugar de su martirio. Así se explica que no fuera enterrado en la gran necrópolis que él mismo había ampliado y donde fueron enterrados san Ceferino y los Papas siguientes, en la cripta con el nombre de los Papas.
Publicado en Cuenca, 14 de octubre de 2020 y el 14 de octubre de 2024.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES
CONSULTADAS:
-Año
Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.
-La
casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.
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