Hoy celebramos a una de las santas más populares de los tiempos modernos, sobre todo desde que en 1856 se instituyó la fiesta del Sagrado Corazón y se extendió tanto esta devoción, objeto de las revelaciones que son el centro de su vida.
Bien conocida en su intimidad espiritual por su autobiografía y sus cartas, no parece haber sido una persona humanamente destacada o notable, borgoñona, hija de un notario, después de educarse en las clarisas de Autun, se hace religiosa salesa en el convento de Paray-le-Moniel en 1671.
Cae enferma siendo religiosa y es la Virgen María quien la cura. Dice su biógrafo que la Virgen se la apareció y la acaricia grandemente, habla largo rato con ella y le dice: “Vamos, mi querida hija, en la salud que te doy de parte de mi Hijo divino, porque aún tienes otro camino largo y doloroso por recorrer, siempre en la cruz, traspasada con clavos y espinas, y desgarrada con látigos; pero no temas nada, no te abandonaré y te prometo mi protección”.
En su infancia también cayó enferma y después de cuatro años curó por mediación de la Virgen. En agradecimiento, el día de su confirmación, ella agregó a su nombre el de “María” pasándose a llamar: Margarita María.
En 1673, esta monja siempre enferma, muy tímida, medrosa y torpe, recibe unos mensajes divinos en los que sus superiores se niegan a creer, mortificándola y humillándola. Pero todo eso también forma parte de su vocación: “Todo para Dios y nada para Mí”, ponerse delante de Nuestro Señor como delante del pintor se pone el lienzo.
Desde 1673 a 1675 tiene cuatro visiones de Jesucristo sobre la devoción a su corazón como símbolo de su amor a la humanidad, y aunque los doctos dictaminan que se trata de una ilusa, de una visionaria, a la que no hay que hacer caso, la llegada al convento del jesuita padre Claude de La Colombière y su apoyo la ayudan a superar todas las pruebas.
Desde 1920 está en los altares, canonizada como un refrendo al mensaje que supo transmitir, pero también por la paciencia y el espíritu de humanidad con que se enfrentó a tantas incomprensiones.
Publicado en Cuenca, 16 de octubre de 2020 y el 16 de octubre de 2024.
Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES
CONSULTADAS:
-Año
Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.
-La
casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.
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