El nombre de estos dos santos esposos aparece en los martirologios en varias fechas, tales como el 12 de agosto, el 25 de octubre, el 29 de noviembre y el 19 y 20 de diciembre. Pueden referirse al día de su martirio, al hallazgo de sus reliquias, a la traslación y a la dedicación de una capilla. En el siglo IX su fiesta se celebraba el 19 de marzo; más tarde se fijó definitivamente para el 25 de octubre.
San Crisanto y santa Daría. |
Siendo emperador Numeriano vino a Roma un caballero noble, alejandrino, llamado Polemio, que tenía un hijo llamado Crisanto, en su palacio: este halló casualmente un cuadro de los Evangelios, leyéndolo por curiosidad y logró ser bautizado. Entendiendo el padre que su hijo era cristiano procuró reducirle a la idolatría que él procesaba, ya con la blandura, ya con las amenazas; y viendo que no lograba sus deseos introdujo en la estancia de Crisanto una deshonestas mujeres, deseando amancillar su pureza; mas Crisanto por no veras fijó su rostro en tierra.
Visto que no había marea de enmendar su manera de pensar, buscó Polemio una doncella hermosa, noble, rica y de buenas costumbres, por las cuales dotes mereciese ser esposa de su hijo, llamada Daría: más el santo con sus explicaciones y conducta la hizo también cristiana, y con apariencia de matrimonio la tuvo en su compañía, para que juntos los dos se empleasen mejor en ejercicios cristianos. Traían al conocimiento de Dios a muchas otras almas, lo cual llegando la noticia al gobernador Celerino, fueron delatados ante su presencia, y encomendados a Claudio, tribuno, el cual los hizo padecer muchos tormentos, y después los metió en una oscura prisión. Crisanto convirtió a la fe al tribuno, su mujer e hijos, y Daria, siendo llevada al lugar de las malas mujeres, entró un león y la defendió para que no sufriera su pureza. Viendo esto el tirano mandó sepultarlos vivos en el año del Señor del 284.
Aunque el Martirologio romano pone su muerte en tiempos de Numeriano, como he afirmando al principio, que reinó en Oriente el amo 184, los estudios actuales dan por más probable el reinado de Valeriano, por el año 256.
La devoción y culto a los dos Santos fue espontáneo y universal en la Iglesia de Roma. El primer aniversario se reunieron muchos cristianos en el arenal de la Vía Salaria, donde habían sido sepultados, para celebrar los divinos oficios. Durante la Misa, un grupo de soldados paganos les cerró con piedras y arena la boca de la catacumba y todos quedaron allí enterrados, junto a la tumba de los Santos Crisanto y Daría.
Aquel lugar, doblemente venerable, cayó en el olvido con el tiempo. Al recobrar la Iglesia la paz, junto a la tumba de San Crisanto y Daría aparecieron los restos de los otros fieles: hombres, mujeres y niños. También estaban los vasos sagrados que habían servido para la celebración de la Misa. San Dámaso restauró la catacumba, pero no tocó los cuerpos de los mártires ni su cripta. Se contentó con poner una inscripción y abrir en la pared una ventana, desde donde se pudiesen contemplar las reliquias de aquellos héroes que habían muerto mientras celebraban la Santa Misa y honraban a los mártires. En el siglo VI perduraba todavía la obra de san Dámaso.
Publicado en Cuenca, 24 de octubre de 2020 y el 24 de octubre de 2024.
José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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FUENTES
CONSULTADAS:
-Año
Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.
-La
casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.
-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.
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