El día 21 de
1252, Alfonso VIII, hallándose en Pareja, confirmó donación del castillo de
Paracuellos, y le regaló a dicho Prelado el molino de la Hoz (el del castaño),
entre Huérmeces y Yémeda.
Don García
sucedió a San Julián en el año de 1208. El Rey Don Alfonso VIII le
concedió y al capítulo de Canónigos de
Cuenca, el 14 de diciembre de dicho año, algunas posesiones en la Hoz del
Júcar, como fueron: viñas, huertos, árboles y de más que le pertenecían, excepto
los molinos y también los diezmos de las viñas de Alcocer.
Tan
entusiasmado estaba Alfonso VIII con la conquista de esta ciudad que adicionó
sus provisiones y despachos con el nuevo timbre de “Rey de Cuenca”, continuó con
este pontífice mostrando con sus liberaciones el gran afecto que tenía a la
Sede Episcopal.
En las nonas
de Noviembre de la era 1248, donó al Obispo Don García el convento de canónigos
de Cuenca, para el uso de un refectorio los préstamos de Santa Cruz de la
Zarza, de Belinchón y otros pueblos y determinó por un Estatuto que muriendo
cualquier Canónigo o porcionario de
la Iglesia desde el día de Navidad hasta San Miguel pudiese testar de la mitad
de los frutos, pagándose en ser de ellos las deudas contraídas.
Publicado en Cuenca, 21 de
noviembre de 2019. Actualizado 21 de noviembre de 2024.
Por: José María
Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario