El 24 de
noviembre de 1597 moría de un ataque de apoplejía el conquense, Juan Gómez
Mora, pintor de Felipe II.
Juan Gómez Mora
nacía en Cuenca en 1555, hijo de Gonzalo Gómez
y nieto del pintor Martín Gómez el Viejo quien pintó el cuadro del
retablo de San Mateo y San Lorenzo depositado en la capilla del mismo nombre de
la Catedral de Cuenca y entre otros la presentación del Niño en el Templo,
depositado en el Museo del Tesoro de la Catedral de Cuenca.
Martirio de san Bernabé,
Retablo mayor de la iglesia de San Bernabé (El Escorial).
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Juan Gómez de
Mora casó con Francisca de Mora, hija de un zapatero y hermana del que sería
arquitecto real Francisco de Mora, tuvieron ocho hijos, los cuatro primeros
fueron bautizados en Cuenca entre los años de 1585 y 1590 y os cuatro
siguientes nacieron en el Escorial de Madrid. En 1585 fue nombrado jefe de
taller familiar en el que colaboró con su hermano Martín Gómez el Joven, ambos
trabajaron en el retablo mayor de la iglesia de Zafra de Záncara y en el
convento de Jesús y María de Huete. También colaboró con Fernando Mayorga y con
Bartolomé Matarana (de este pintor son los cuadros de la vida de San Julián,
actualmente en la capilla Honda de la Catedral de Cuenca) en las pinturas del
convento de San Francisco de Cuenca en el año 1587.
En el año de
1592 comenzó a trabajar en el Monasterio de El Escorial. Obras suyas son el
lienzo del Niño perdido por el que cobró 400 reales. En el año 1593 fue
nombrado pintor de rey, con un sueldo de 100 ducados anuales.
En la Villa
del Escorial murió, siendo enterrado allí en 24 de noviembre de 1597 tras
fallecer repentinamente a causa de una apoplejía. Hoy lo llamaríamos con el
término de ictus, infarto cerebral, derrame cerebral. Apoplejía es como una
ataque cerebrovascular.
Publicado en Cuenca, 24 de
noviembre de 2019 y el 24 de noviembre de 2023.
Por: José María
Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.
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