miércoles, 22 de noviembre de 2023

San Clemente I, Papa y Mártir. Llamado el Papa de la unión y caridad cristiana. Festividad del 23 de noviembre.

     San Clemente fue el cuarto sucesor de Pedro en el Pontificado romano. Los que le precedieron fueron: Pedro, Lino y Anacleto. Se designa su gobierno entre los años 92 al 101.

La tradición que refleja el Libro Pontifical le hace natural de Roma y fija su cuna en el Monte Celio. También nos dice que murió mártir en el tercer año de Trajano.

San Clemente.
     Se da como cierto que conoció a los Apóstoles y como asegura San Irineo, dio su sangre por la verdad cristiana. Desde el siglo IV la Iglesia de Roma da por indiscutible su martirio.

Tertuliano nos dice que San Clemente fue consagrado por San Pedro; a San Clemente se le puede llamar el Papa de la unión y caridad cristiana. Fue sumamente amable si nos fijamos en la figura de San Clemente.

Se conserva de San Clemente un escrito auténtico, que es una carta a los fieles de Corinto. San Clemente tuvo noticias desde Roma de aquellas discordias internas, tan ajenas y perjudiciales al espíritu cristiano y consciente de su deber como Pastor supremo universal de la Iglesia, redactó una carta, que dirigió de la Comunidad de Roma a la de Corinto. En ella exhortaba primero a las virtudes que unen a los cristianos entre sí, como son sobre todo, la humildad y la subordinación a la legítima autoridad, y luego señala los medios prácticos que conducen al logro de la paz.

La carta debió escribirse entre los años 95 y 98. El obispo de Corinto, Dionisio, por el año 170, dice que su Iglesia veneraba el escrito de San Clemente casi a la par de las Escrituras Sagradas y la leía en las reuniones litúrgicas.

Bajo el punto de vista teológico tiene una importancia excepcional, porque es como “la primera epifanía del Primado Romano”.

Martirio de San Clemente.

Hoy no se puede determinar con certeza el género del martirio que sufrió San Clemente. Se dice que por su atributo, que es un ancla y es el símbolo de la fe, que le arrojaron al mar Negro con un ancla al cuello, y que unos ángeles construyeron en el fondo del mar un magnífico sepulcro de mármol; todos los años, en el aniversario de su martirio las aguas se retiraban para que los devotos pudieran llegar a pie enjuto hasta esta capilla submarina.

Publicado en Cuenca, 22 de noviembre de 2020 y actualizado el 23 de noviembre de 2023.

     Por: José María Rodríguez González. Profesor e investigador histórico.

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FUENTES CONSULTADAS:

-Año Cristiano para todos los días del año. P. Croiset. Madrid. 1846.

-La casa de los santos. Carlos Pujol. Madrid. 1989.

-Año Cristiano. Juan Leal, S.J. Madrid. 1961.

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